martes, 15 de marzo de 2011

¡¡DI NO A LAS NUCLEARES!!

Tras los acontecimientos que están viviéndose en Japón los últimos días, en primer lugar no podemos más que solidarizarnos con las familias de las decenas de miles de muertos y desaparecidos tras el trágico terremoto y el posterior tsunami, así como con el medio millón de desplazados por la destrucción de pueblos y ciudades en el este de Japón. 
Como saben, este terremoto ha producido el mayor accidente nuclear desde Chernobyl en 1986, con una serie de explosiones que han dañado la central de Fukushima, estando la situación fuera de control, verificándose fugas radiactivas que afectan ya a un territorio a decenas de kilómetros a la redonda del lugar del accidente.
A pesar de que el lobby nuclear (tanto fuera como en nuestro país) sigue negando el alcance de este accidente y de que insisten en minimizar los efectos que están padeciendo millones de ciudadanos japoneses, esta catástrofe es una prueba más de que los inconvenientes de la energía nuclear superan con creces los beneficios que aporta. Sumados al problema no resuelto de la gestión de los residuos radiactivos, al precio desorbitado de la construcción de nuevas centrales y al uso militar de este tipo de energía, se encuentra el riesgo de accidentes como el que desgraciadamente está teniendo lugar en Japón. 
Aunque en España se nos repite por parte del Foro Nuclear (asociación de empresas del sector energético que, no olvidemos, buscan la máxima rentabilidad) que este tipo de instalaciones no entrañan peligro alguno, lo cierto es que el número de incidentes (o sucesos, como los llaman) habidos en nuestro país es de más de 1500 desde 1990, año en que comienza a contabilizarse este tipo de incidentes, y muchos de ellos ni siquiera han sido notificados, al considerarse que no revestían gravedad. La central de Cofrentes acumula ella sola el 16 % de estos sucesos, siendo la más insegura (1).
A estos incidentes se suma el hecho de que España se encuentra en una zona sísmicamente activa, por lo que no es descartable que pueda producirse un acontecimiento como el acaecido en Japón. Mientras, tanto el gobierno central como el principal partido de la oposición siguen apostando por la energía nuclear, argumentando que así se obtiene la independencia energética, cosa que es una falacia, pues el 100 % del uranio utilizado en las centrales españolas proviene del exterior, siendo además un combustible no renovable, calculándose su agotamiento para dentro de 100 años. También apelan a la creación de puestos de trabajo, cuando en el sector de las renovables podrían crearse 270.000 empleos, según el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS)(2).
Desde Los Verdes de la Región de Murcia-Ecolo reivindicamos, pues, el abandono de la energía nuclear por los peligros que entraña:
  • No hay solución a los residuos radiactivos.
  • El riesgo de accidentes graves es real.
  • El uso no pacífico de la energía nuclear pone en riesgo la seguridad del planeta.
En su lugar creemos que un apoyo decidido a las energías renovables, junto a una disminución del consumo energético es la solución a la crisis energética y ecológica que sufrimos. 
El futuro del planeta está en juego. Es el momento de cambiar de modelo energético para legar a las generaciones futuras un mundo más seguro y limpio.
¡¡DI NO A LA ENERGÍA NUCLEAR!!

sábado, 12 de marzo de 2011

ECONOMÍA VERDE (1ª parte)


La época de crisis que estamos padeciendo nos obliga a replantearnos el modelo productivo y económico que nuestra sociedad sigue desde hace varias décadas. Ese modelo que nos impone la ecuación Crecimiento + Consumo = Pleno empleo. Ese modelo que se ha aseverado falso por ser un modelo frágil, que ante las dificultades, y lo estamos comprobando actualmente, siempre es el mismo sector de la sociedad el que debe arrimar el hombro, mientras que las grandes empresas y los bancos, verdaderos artífices de la crisis, según muchos analistas, no sólo no la han notado, sino que han aumentado sus beneficios (1).

Las altas tasas de paro en España en general (20 %) y en Murcia en particular (25 %) son la prueba fehaciente de que el actual modelo no es válido y de que es preciso un cambio en "el imaginario colectivo", según palabras de Serge Latouche, uno de los ideólogos de la filosofía del decrecimiento. Querer seguir en la senda del crecimiento per se es una huida hacia adelante que sólo acelerará el agotamiento de los recursos naturales y ahondará la brecha entre ricos y pobres, como ya ocurría en el mundo desde hace tiempo, pero que se está verificando en el próspero Occidente (2).

Desde los postulados de la Ecología Política se están planteando soluciones imaginativas que, aunque precisan de un cambio de mentalidad, a medio plazo pueden dar como resultado una sociedad más justa y solidaria. Es hora de aplicar una verdadera Economía Verde, encaminada a reducir nuestra huella ecológica, concepto que representa el área de territorio o agua ecológicamente productivos (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesarios para generar los recursos necesarios y además para asimilar los residuos producidos por cada población determinada de acuerdo a su modo de vida en específico, de forma indefinida (3). Así, si todos los habitantes del planeta vivieran al ritmo de la población española, necesitaríamos más de 5 planetas para satisfacer las necesidades básicas, elevándose a más de 9 planetas en el caso de EE.UU. o Emiratos Árabes. Para conseguir este objetivo, es necesario aplicar una serie de políticas (tanto a nivel estatal como autonómico y municipal) cuyas líneas maestras son:

- Instauración del Reparto del Trabajo, al menos mientras la tasa de desempleo esté a los niveles actuales.
- Implantación de una Renta Básica así como plantearse una Renta Máxima.
- Relocalización de la actividad productiva.
- Fomento de los Empleos Verdes.
- Replanteamiento de la política energética y de transportes.
- Aplicación de tasas ecológicas y sobre las transacciones financieras.

En posteriores entradas desarrollaré cada uno de estos puntos.

miércoles, 2 de marzo de 2011

ASALTO A LOS SERVICIOS PÚBLICOS



Estamos viviendo una época convulsa en la Región de Murcia. Desde que el mes de diciembre del pasado año la Asamblea Regional aprobó, con el voto de los populares y la negativa de la oposición, la Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas Públicas (lo que tiene de extraordinario es la longitud de su nombre), más conocida como Ley del Tijeretazo, algo se mueve por fin en esta adormecida región. Desde hace más de dos meses, decenas de miles de personas nos hemos manifestado hasta en nueve ocasiones para pedir la retirada de dicha ley. Lo que en un principio era una reclamación legítima por la pérdida de los derechos laborales de cierto colectivo de empleados públicos, se ha ido convirtiendo en un clamor por parte de la ciudadanía (no sólo funcionarios, sino también padres de alumnos y alumnas, estudiantes, autónomos, etc.) que exigen otra forma de hacer política.

A pesar de que ciertos sindicatos han claudicado, siguen siendo miles de personas las descontentas por este atropello, por esa estrategia perpetrada por el gobierno regional, que pretende desmantelar poco a poco los servicios públicos, desprestigiando a los empleados públicos (1), hasta entregarlos a manos privadas, fuera del control de los ciudadanos. A este respecto ha sido muy claro el presidente de la Acción por la Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC) en España (2). Este hecho se está materializando al conocerse recientemente los presupuestos de Educación para 2011: descienden un 6,39 %  con respecto al año pasado. Son casi un 15 % más bajos los fondos destinados a Escuelas Infantiles,  casi un 20 % menos en Innovación Educativa, por  citar dos datos significativos. Sin embargo, sólo desciende un 0,13 % la cantidad destinada a los centros concertados con respecto al 2010. Está claro que el malestar de la ciudadanía crítica con las decisiones del gobierno regional excede el simple tema salarial.

Son numerosos los gastos que podrían recortarse sin que por ello se vean afectados unos sectores tan básicos como son la Educación y la Sanidad: gastos en promoción turística e imagen institucional, altos cargos y asesores, grandes fastos culturales que no dejan huella en la cultura de Murcia, grandes infraestructuras como el aeropuerto y autovias, gasto farmaceútico, entre otros.

Desde Los Verdes de la Región de Murcia-Ecolo ya nos hemos manifestado públicamente apoyando a los funcionarios en sus reivindicaciones (3) y en su derecho a manifestar su disconformidad (4). Es hora de que la situación política y social de esta región cambie, tras 16 años de gobierno del Partido Popular que nos ha llevado a una situación de paro, índice de fracaso escolar, corrupción, listas de espera en Sanidad por la escasez de profesionales, deuda de los ayuntamientos... de las más graves entre las comunidades autónomas. Es hora de que los ciudadanos despierten del letargo y propicien una transformación ecológica y solidaria de la sociedad como la que propugnamos Los Verdes de la Región de Murcia-Ecolo.