domingo, 17 de julio de 2022

EUROPA SE QUEMA

El incendio de Monfragüe. Paco Castañares
Asistimos angustiados a las noticias de los incendios que asolan nuestro país. Al mayor incendio forestal acaecido en España en décadas, que afectó a la sierra de la Culebra, en Zamora, con más de 30.000 has. quemadas, cuyas consecuencias aún se están sufriendo, y que ha provocado la creación de la asociación 'La Culebra no se calla', que reivindica la asunción de responsabilidades políticas al mayor desastre ambiental de la zona, se suceden incendios en media España. Solo en nuestro país se han detectado ya más de una cuarentena de fuegos en las últimas 24 horas, que afectan a varias Comunidades Autónomas, siendo los que afectan a Las Hurdes y Málaga los más preocupantes, con el Parque Nacional de Monfragüe en peligro.

Según los satélites del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea 'Copernicus', los incendios forestales en España ya han arrasado cuatro veces más de la superficie media que se había quemado a comienzos de julio entre 2006 y 2021. Pero los medios de comunicación españoles solo se centran en lo que ocurre en nuestro país. En el resto de Europa la situación no es mejor. Se estima que la superficie quemada este verano en el continente se multiplica por tres respecto a la media de los últimos 15 años. Desde Portugal hasta Turquía, miles de incendios están convirtiendo las masas forestales europeas en cenizas. Hasta el 2 de julio de este año, se habían quemado 250.000 has. en Europa, cuando la media de superficie quemada en el continente en el periodo 2006-2021 es de 350.000, infiriendo a partir de esos datos que se superará con creces esa cifra al final de año. Los datos nos dicen también que la media de incendios anuales en Europa es de unos 1.000, pero solo hasta julio ya se habían superado los 1.500 incendios.

Todos los medios de comunicación hablan de la ola de calor como la causa de estos incendios, pero pocos citan, o lo hacen de pasada, al cambio climático como causante último de esta ola de incendios. Un estudio internacional publicado en 'Scientific Reports' y liderado por el profesor Jofre Carnicer, de la Universidad de Barcelona, revela “un cambio histórico sin precedentes” en el régimen de incendios del continente europeo. En este estudio se especifica que el cambio más intenso se produce en el área del Mediterráneo, una zona se calienta un 20% más rápido que la media mundial, aunque otras zonas de Europa son sensibles al aumento de la frecuencia y virulencia de los incendios. Según las proyecciones de este estudio, si la temperatura sube 2 ºC, habría 20 días más de riesgo de incendio extremo para 2100. En cambio, con un calentamiento de 4 ºC serían 40 días de riesgo por incendios forestales extremos.

Pero este investigador nos da las pistas para evitar el aumento de la intensidad y frecuencia de los incendios. Por un lado y, tal y como repite hasta la saciedad la comunidad científica, reducir las emisiones de CO2 de manera drástica y transformativa en las próximas dos décadas (2030-2040) para conseguir un menor riesgo de incendios en el futuro en Europa. Por otro lado, se trata de implementar mecanismos para soportar y amoldarse a cambios ya irreversibles producidos por el cambio climático, que pasan por aplicar “estrategias adaptadas localmente de gestión forestal y de conservación de los mosaicos agroforestales, relacionadas con usos sostenibles de la madera y nuevas cadenas de valor (materiales de construcción ecológicos), promoción de ganadería extensiva, y promoción de iniciativas en este tipo de actividades multiagente a nivel local y regional”.

Una vez más, tenemos dos caminos a elegir. El primero, y más destructivo, es no hacer nada, continuar con nuestro modelo productivo y estilo de vida, y lamentarnos año tras año por las pérdidas económicas debidas a los incendios. El segundo camino implica la transformación de la economía hacia un modelo sostenible, es decir, que tenga en cuenta los límites biofísicos del planeta, un modelo resiliente, que sea capaz de sobreponerse sin muchas dificultades a las alteraciones, y un modelo justo, que no cargue sobre los hombros del sector de la sociedad más vulnerable los errores del sistema. ¿Cuál elegiremos? Se admiten apuestas. 

Articulo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/europa-quema_132_9177038.html?fbclid=IwAR2aVXF_GRl2U5X1zhgl9O9Ey58u0tT7Ff53GjzKOkFajWBKct8Lt-8QgyM

lunes, 4 de julio de 2022

PASOS ADELANTE HACIA LA RECUPERACIÓN DEL MAR MENOR

Se ha dado un gran paso adelante en la protección y recuperación del Mar Menor con dos iniciativas que emanan de la ciudadanía y que han sido canalizadas a través de algunos grupos políticos del Congreso de los Diputados. Por un lado, está en proceso la ley que dotará de personalidad jurídica al Mar Menor, después del esfuerzo inmenso de las miles de personas encabezadas por la profesora Teresa Vicente que, de forma desinteresada, hemos solicitado las firmas necesarias para que, a través de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), se eleve al Congreso la tramitación de dicha ley.

A lo largo de 2021 se superó con creces el mínimo exigible de 500.000 firmas para que la propuesta de ley sea debatida en el Congreso, llegándose a las 640.000. Está previsto que en las próximas semanas se inicien las ponencias que den forma a esta ley, después de que en el mes de abril pasado el Congreso tomara en consideración esta ILP, con los votos a favor de todos los grupos salvo Vox, aunque no hay que olvidar que el PP dio un giro copernicano a su postura, ya que inicialmente estuvo en contra de la ILP y de que se concediese una prórroga al grupo promotor para conseguir las firmas necesarias, cambiando de parecer tras las encuestas del CEMOP que evidenciaban que la situación del Mar Menor era la segunda preocupación de la sociedad murciana y que la postura negacionista del gobierno regional le restaba votos.

El otro gran paso es la aprobación por parte del Congreso de la próxima apertura de la Oficina Técnica del Mar Menor, a propuesta del grupo Más País-Verdes Equo. Este organismo, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tendrá entre sus fines “la coordinación e integración de las distintas actuaciones de las administraciones públicas con responsabilidades técnicas, administrativas y de gestión sobre el Mar Menor” y estará dirigido por Inmaculada Ramírez Santigosa, funcionaria de la CARM que fue “acosada”, según los sindicatos, cuando era subdirectora general de Medio Ambiente, y posteriormente cesada de su cargo. Con esta oficina se espera dar respuesta a la emergencia ecológica por la que atraviesa la albufera, con la participación de la sociedad civil, además de los técnicos, los municipios ribereños y los especialistas en la materia.

Pero estas dos buenas noticias para el Mar Menor pueden verse empañadas por la sempiterna actitud de las derechas de la Región de Murcia. A la inacción del gobierno regional, echando balones fuera, al tiempo que exige que sea el gobierno central quien solucione lo que el PP no ha sido capaz de remediar en 26 años, y negándose a emprender acciones en origen, es decir, no haciendo nada para impedir el vertido de nitratos, fosfatos y pesticidas provenientes de la agricultura intensiva del Campo de Cartagena, causante del 85% de la contaminación del Mar Menor, a pesar de que forma parte de sus atribuciones todo relativo a la agricultura, ganadería y medio ambiente, se suma la delirante iniciativa de Vox de llevar a los tribunales la ILP, tachándola de “ataque a la Constitución y a la libertad”, de “totalitaria” y de “experimento comunista”, amenazando con “abolir las leyes liberticidas” y “cerrar los chiringuitos” si tuvieran la oportunidad de gobernar.

Por acción u omisión, las derechas regionales son, además de las causantes del estado actual de la laguna, los principales obstáculos para que, en un futuro más o menos cercano, podamos recuperar el Mar Menor, si no tal y como lo conocieron nuestros abuelos, al menos en un estado similar. La historia se encargará de juzgar los acontecimientos que, desde hace décadas, han provocado el estado actual del Mar Menor, a pesar de que la mayoría de la sociedad murciana demanda una solución, como se puso de manifiesto tras los tres colapsos de la laguna, en 2016, 2019 y 2021. 

La futura ley que dotará de personalidad jurídica al Mar Menor y la apertura de la Oficina Técnica son la esperanza para que, por fin, nos encaminemos hacia la solución definitiva a la degradación de la laguna, con la colaboración entre la comunidad científica, las diferentes administraciones y la sociedad civil. Esperemos que así sea.

Articulo que me publica hoy eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/pasos-adelante-recuperacion-mar-menor_132_9140859.html?fbclid=IwAR0kdP6LtcRM2wQhal-c82A9QBvEHhRQzBvUzG-o8cZ5kfJTB0-IZ5Ia1Jw