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sábado, 6 de mayo de 2017

EL TURISMO DE MASAS, UN ARMA DE DOBLE FILO

Han pasado la Semana Santa y el puente del 1º de mayo, y nuevamente escuchamos cómo se baten nuevos récords de visitantes extranjeros a nuestro país, reduciendo el fenómeno turístico a cifras: en 2016, España recibió 75,6 millones de turistas, el 10,3% más que en 2015, y 12,9 millones de turistas hasta marzo de este año, un 9,3% más que en el mismo periodo de 2016. Y no sólo vienen más, sino que, según el INE, cada turista se gasta más, casi un 8% más en 2016 que el año anterior. La situación de inestabilidad del norte de África y de Turquía, dos de las principales zonas competidoras de nuestro país, explican en parte la elección de España como destino turístico, siendo la modalidad de sol y playa, como es tradicional, la más elegida por los visitantes extranjeros.
Asociados a esta avalancha de visitantes, se organizan eventos culturales, como macro-festivales de música y exposiciones temporales de arte, en los que a menudo se mide su éxito, no por la calidad de la oferta cultural sino, nuevamente, por el número de visitantes y el dinero que se han dejado los consumidores culturales (porque no pueden ser calificados de otra cosa) en hoteles y restaurantes. La cultura se ha mercantilizado, es un eslabón más de la dinámica capitalista. No importa si el reverso oscuro de esa riada de turistas supone contratos precarios, cuando los hay, en el sector de la hostelería, invasión de espacios naturales, con el aumento en la construcción de infraestructuras viarias y residenciales, congestión del tráfico en las zonas turísticas, contaminación y otros efectos colaterales.
“Lo que se pretende es que el medio ambiente no sea un obstáculo para desarrollar actividades turísticas, siendo la cultura solo un medio para crear riqueza, y no para aumentar el nivel de la población”
Varios ejemplos demuestran hasta qué punto el fenómeno del turismo de masas ha traído consigo el deterioro de las condiciones de vida en algunas zonas. En Barcelona, las asociaciones de vecinos han declarado la guerra a la masificación turística que ha convertido a la ciudad condal en un parque temático, verificándose la llamada “gentrificación” (del inglés gentry, “gente bien”, “burgués”) en el centro de la ciudad, aunque el término más correcto debería ser “elitización”, es decir, el desplazamiento soterrado del vecindario tradicional, siendo sustituido por personas con mayor poder adquisitivo que trae consigo un aumento del precio del suelo, provocado en muchos casos por el uso de viviendas como apartamentos turísticos, a menudo de forma ilegal.
Otro ejemplo que nos muestra cómo el turismo ha trastocado totalmente los lugares de recepción de visitantes lo encontramos en Ibiza, donde es prácticamente imposible, para los trabajadores foráneos que se trasladan a la isla, encontrar un alojamiento, pues la práctica totalidad de las viviendas en alquiler se destinan al turismo, llegándose a pedir 700 euros mensuales por una habitación, o 450 ¡por una cama!, además de que los espacios naturales sufren una presión insostenible, por la saturación turística. O en la Costa Brava, donde el turismo de borrachera de hordas de jóvenes británicos han convertido las localidades costeras en auténticos infiernos para el vecindario.
Pese a todos estos efectos indeseables del turismo de masas, desde las distintas administraciones se sigue fomentando este tipo de actividad, pensando solamente en la balanza de pagos, y no en el bienestar de la población local, las condiciones laborales de los trabajadores del sector hostelero o la conservación de los espacios naturales para las generaciones futuras. El último capítulo que nos demuestra que esto no tiene visos de cambiar lo encontramos en la Región de Murcia, donde el flamante presidente de la Comunidad Autónoma ha remodelado su gabinete, uniendo en una sola Consejería áreas como el Turismo, la Cultura y el Medio Ambiente, haciendo una declaración de intenciones por la cual afirma que el objetivo del Gobierno regional es que “entienda el turismo como un verdadero motor de crecimiento de la Región durante todo el año, que entienda la cultura como una infraestructura capaz de aportar riqueza y empleo y que respete el medio ambiente y lo haga compatible con el crecimiento regional”. Es decir, lo que se pretende, en realidad, es que el medio ambiente no sea un obstáculo para desarrollar actividades turísticas, siendo la cultura solamente un medio para crear riqueza, y no para aumentar el nivel de la población.
El turismo y la cultura no pueden contemplarse solamente como fuente de riqueza. La máxima que los gobiernos central, autonómicos y locales siguen de “cuanto más, mejor” puede ser un arma de doble filo que mate a la gallina de los huevos de oro, haciendo insoportable la estancia hasta para los propios turistas, además de ejercer una enorme presión sobre los espacios naturales, destruyendo los atractivos que motivan a los turistas a venir a nuestro país.
Artículo aparecido hoy en La Crónica del Pajarito:

miércoles, 27 de mayo de 2015

UNA CIUDAD PARA LAS PERSONAS


Recién acabadas las elecciones autonómicas y municipales, con la consecución de un cierto cambio en las instituciones, la pérdida de la mayoría absoluta del PP y de algunos ayuntamientos en los que gobernaba el Partido Popular, formación que nos ha traído, tras 20 años de gobierno, a un estado catastrófico en lo ambiental y social que no se recordaba en la historia de esta región (uso y abuso de los espacios naturales para el beneficio de unos pocos, niveles de pobreza insostenibles, proliferación de infraestructuras caras e innecesarias, degradación de la sanidad y la educación, etc.), es hora de ponerse a trabajar para conseguir la ciudad que queremos, parafraseando el título del famoso manifiesto. Entre los retos a los que se enfrentan las ayuntamientos en este nuevo ciclo está el que los núcleos urbanos estén pensados por y para las personas, a diferencia de lo que caracteriza a las ciudades en la actualidad.
¿Y qué significa este axioma? En primer lugar, una ciudad donde la transparencia sea evidente, donde sus cargos públicos rindan cuentas de forma periódica, y no sólo cada cuatro años, y donde los contratos públicos se hagan con luz y taquígrafos, pensando en el bien común. Una ciudad descentralizada, donde los barrios tengan el protagonismo que se merecen, donde la opinión de los vecinos y vecinas cuente, en la que se habiliten cauces de participación ciudadana eficaces.
En segundo lugar, una ciudad sostenible, caracterizada por ser compacta y diversa, no extensa y segregada, que sea espacio de encuentro, fuente de empleos verdes, favorecedora de la economía de proximidad, que ponga en valor su patrimonio cultural y natural. Abierta a su entorno, no encerrada en sí misma, donde la naturaleza se integre en sus calles, a través de huertos urbanos, jardines con plantas autóctonas, y las calles se integren en el entorno natural, huertas, acequias, playas, montes. Una ciudad que fomente la economía circular, aquella que se basa en las premisas de reducir el consumo, reciclar y reutilizar, frente a la economía lineal basada en producir, consumir y eliminar los residuos. Bancos de tiempo, trueque, mercados de segunda mano, consumo colaborativo, monedas sociales, deben ser aspectos habituales en una ciudad ecológicamente sostenible.
Una ciudad para las personas debe apostar por la cohesión social, reduciendo las desigualdades, garantizando el acceso a los servicios públicos (vivienda, agua, luz), haciendo de ella un espacio para la educación, reduciendo la exposición a agentes contaminantes. Debe ser un espacio donde lo peatonal sea la norma, donde las bicicletas dominen la calzada, donde el transporte público sea eficiente y asequible, y el transporte privado sea la excepción. En una ciudad sostenible, la búsqueda de la armonía y el buen vivir de sus habitantes debe ser lo prioritario, y no la consecución de intereses privados basados en la especulación urbanística que sólo benefician a unos pocos.
Estos son los retos a los que nos enfrentamos como ciudadanos, como habitantes de las ciudades, pues sólo con la participación del mayor número de personas posible, como integrantes de la sociedad civil, se harán realidad estos objetivos. Pongámonos manos a la obra.
Artículo aparecido hoy en La Crónica del Pajarito:

miércoles, 9 de abril de 2014

EL MODELO ESCANDINAVO

Hoy hemos sabido que en Suecia, en el ayuntamiento de Gotemburgo, se va a probar una jornada laboral de 6 horas al día para, por un lado, aumentar la productividad y, por otro, permitir crear nuevos puestos de trabajo, siguiendo la lógica aplastante del reparto del trabajo, una de las medidas que desde EQUO se plantea desde hace años. Y eso que en el país escandinavo la tasa de desempleo es sólo del 8%. Mientras, en España, se aumenta la carga horaria semanal de los empleados públicos, haciendo que miles de contratados sean despedidos, engrosando la ya sangrante tasa de paro de nuestro país.

Siguiendo con las comparaciones, Finlandia, como es sabido, encabeza un año más la lista de resultados del informe PISA. Si comparamos los sistemas educativos del país nórdico y del suelo patrio, comprobamos que en Finlandia los niños no acuden al colegio hasta los 7 años, que la educación es gratuita desde preescolar hasta la universidad incluyendo las clases, el comedor, los libros y hasta el material escolar, aunque si alguien lo pierde está obligado a pagárselo. En total, suman 608 horas lectivas en primaria, frente a las 875 horas de España, con deberes en casa que no son excesivos, y no como aquí, donde l@s alumn@s realizan entre 1 y 2 horas diarias de trabajo extra. Allí, el 98% de la educación es pública, y ser maestr@ es uno de las profesiones más respetadas y valoradas.

Dinamarca es considerado uno de los países más felices del mundo. Y eso es debido a un sistema fiscal muy estricto, con unos impuestos muy altos: las rentas más altas en Dinamarca pagan el 59% en impuestos, mientras que en España, recientemente, un comité de "expertos" aconsejaban no sobrepasar el 50%, al tiempo que proponían bajar el Impuesto de Sociedades del 30 al 20%, cuando se sabe que las grandes fortunas utilizan ese medio para no tener que pagar impuestos debidos a la renta, además de mantener las famosas SICAV, las sociedades de inversión de capital variable, que tributan al 1% y que son el modo más común de los más ricos para no tributar lo que debieran. Dinamarca es uno de los países menos corruptos del mundo, y pocas personas tienen la tentación de evadir impuestos, por las contraprestaciones que conlleva estar de buenas con Hacienda.

A cambio de esa presión fiscal, los daneses tienen uno de los sistemas de protección social más avanzados del mundo, con servicios como educación gratuita de alta calidad (colegios, universidades, etc.), subsidio del Estado para la educación (subsidio mensual para todos los estudiantes mayores de edad: 5.384 coronas danesas/725 euros), servicio médico gratuito de alta calidad, estancia gratuita en hospitales, también en los partos; no hay peajes en las autovias, subsidio de vivienda para personas con salarios bajos, permiso por maternidad de 1 año (6 meses con salario completo), etc. 

Aunque estos países también tendrán sus sombras, lo cierto es que el grado de protección social que disfruta la ciudadanía escandinava debería hacer reflexionar a los dirigentes políticos del sur de Europa en general, y de España en particular, que se encaminan hacia derroteros totalmente opuestos a los países nórdicos. En nuestro país se tiende a aumentar el tiempo del trabajo, a destinar cada vez menos recursos a sanidad y educación, a rebajar los impuestos a los que más tienen, a denostar a los empleados públicos, sobre todo al sector docente. En España falta una cultura del bien común, falta una conciencia colectiva de que es necesario contribuir al estado para recibir algo a cambio.

Aprendamos de lo mejor de los países europeos. Basta con mirar a nuestro alrededor y no mirarnos la punta de los zapatos, creyendo que nuestras soluciones son las mejores, porque desde luego, los resultados por ahora dejan mucho que desear.


lunes, 30 de diciembre de 2013

UN BALANCE DE 2013

Hoy es el día de hacer balance del año 2013 que estamos a punto de dejar atrás. En este caso, el balance es diametralmente contrario a lo que el presidente del Gobierno nos ha vendido, en una operación de marketing perfectamente preparada por sus asesores. Este segundo año de la legislatura nos ha hundido aún más en las consecuencias de la crisis, con cientos de miles de parados más que en 2012, cientos de familias que siguen siendo desahuciadas semanalmente, con el éxodo de miles de jóvenes que intentan buscarse la vida, con la bajada real de los salarios y de las pensiones y el aumento escandaloso de la brecha entre ricos y pobres, aumentando en un 13% el número de millonarios en España, superando los 400.000, mientras que tres millones de españoles viven en situación de pobreza severa, es decir, con menos de 307 euros al mes.

La presión del lobby de la energía en España, representado por la patronal UNESA, ha provocado que el coste de la energía eléctrica se haya incrementado en un 8% en 2013. Si nos remontamos a 2002, el aumento de la factura eléctrica para el consumidor en estos 11 años ha sido del 104%, nada menos. España tiene el tercer precio más caro de la UE, sólo superado por Chipre e Irlanda. Este año ha sido también el año en que en España se ha abierto la veda para la explotación del subsuelo a la búsqueda de gas, a través del método del fracking, lo que ha provocado que en muchas regiones se formaran plataformas en contra de este procedimiento causante de un impacto brutal sobre el medio ambiente.

Desde el punto de vista de los servicios públicos, continúa el ataque a la Sanidad y la Educación, con el intento de privatización de los servicios sanitarios (eufemísticamente denominada externalización), afortunadamente paralizada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y la aprobación de la LOMCE, que entra hoy en vigor. Este año, casi 600.000 estudiantes han perdido su beca para comprar libros, y 64.000 escolares deben estudiar en barracones. La introducción de la nueva ley del aborto, curiosamente llamada Ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, incluyendo en su denominación toda una declaración de intenciones de corte nacional-católica, y en la que se excluye, precisamente, a la mujer embarazada de prácticamente cualquier poder de decisión, nos retrotrae a los años ochenta. A pesar de haber sido criticada por los demás países, como Francia, en boca de su ministra de los Derechos de la Mujer, el gobierno de Rajoy insiste en seguir siendo la "reserva espiritual de Occidente".

Hablando de economía, la deuda pública se aproxima peligrosamente al 100% del PIB, es decir, al billón de euros, creciendo continuamente, a pesar de los recortes.  A ello ha contribuido la aportación de 41.000 millones de euros a la banca. Los ingresos han bajado, debido principalmente al descenso de la actividad económica y a la renuncia del ejecutivo a luchar contra el fraude fiscal y la evasión de capitales, además de no incidir la presión fiscal en los que más tienen, sino en la población en general, sobre todo con al aumento del IVA, que no ha producido el efecto esperado. Aunque el crecimiento económico del país ha experimentado un leve incremento, los que creemos que la vía crecentista no es el camino para la recuperación, porque significa ahondar en las diferencias socio-económicas y en la degradación del medio ambiente, instamos a que se adopten otros indicadores de prosperidad. Como ejemplo, hay que decir que según el IDH (Índice de Desarrollo Humano), España sigue situado en el puesto 23 sobre un total de 144 países (cuando según el PIB estamos en el puesto 16). 

En relación al Índice de Felicidad, elaborado por la New Economics Foundation (NEF), encontramos varios datos esclarecedores: el índice de España es de 44,1, descendiendo al puesto 62 de un total de 151 países. Este índice resulta de la combinación de varios factores, como son el bienestar experimentado (con un índice de 6,2 sobre 10, en el puesto 42), la esperanza de vida (81,4 años) y la huella ecológica (aquí salimos malparados, ya que necesitamos 4,74 hectáreas por habitante, siendo 1,8 has. el máximo para que nuestra presencia en el planeta sea sostenible). Debido a esto, nuestra posición en el ranking de impacto de nuestro país en el planeta desciende a un vergonzante 123º puesto.

Desde el punto de vista ambiental, la aprobación de la Ley de Costas sitúa a España en una situación anterior a 1988, con la reducción de la zona de servidumbre a 20 metros frente a los 100 metros que contemplaba la anterior ley, y supone la vía abierta para seguir "enladrillando" el litoral. Además, hemos asistido a la impunidad de los causantes de la catástrofe del Prestige, la penalización del autoconsumo energético, un nuevo fracaso de la Cumbre del Clima celebrado en Varsovia, y la citada multiplicación de los proyectos de fracking en nuestro país, apoyados por el gobierno. Las emisiones totales de CO2 también han aumentado un 8,23% respecto a 2012 situándose en los 5.471.717 toneladas de CO2, debido principalmente al aumento del uso del carbón, por la disminución de la energía proveniente de las fuentes renovables, víctima de los ataques  por parte del gobierno a esas fuentes de energía.

Una de las obsesiones del gobierno Rajoy ha sido en este año evitar a toda costa las protestas callejeras, criminalizando las manifestaciones, postura que ha tenido su cénit con la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza, que impone multas desproporcionadas a quienes se manifiesten en las inmediaciones del Congreso o se reúnan sin comunicarlo previamente a las autoridades, supuestos que recuerdan aquella frase de "la calle es mía". La actuación de la policía en estas manifestaciones ha sido objeto de crítica por parte de organizaciones como Amnistía Internacional

En el apartado de las infraestructuras, ha sido el año en el que se confirma la ineptitud de los gobernantes, pues la mayoría de las apuestas en aeropuertos y autopistas hechas por las empresas privadas, pero avaladas por el gobierno central y los diversos gobiernos autonómicos se han aseverado como auténticos fracasos. Véanse si no los aeropuertos de Ciudad Real, que no recibe oferta alguna por parte de empresas privadas tras haber costado más de 1.000 millones de euros, o el de Corvera (Murcia), para el que el gobierno de Valcárcel ha tenido que solicitar un crédito de 200 millones de euros para hacer frente al aval concedido por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Además, prosigue la inversión de miles de millones de euros en el AVE, medio de transporte de poca demanda social por el elevado precio de sus billetes, además de alto impacto ambiental y poca rentabilidad. 

En cuanto a una de las lacras de nuestro país, la corrupción, comprobamos que es una cuestión pendiente en España, y que prácticamente ningún partido se libra de caer en sus redes. Desde las grandes tramas corruptas, que incluyen financiación ilegal de partidos políticos, como la trama Gürtel, pasando por la condonación de deudas a los partidos políticos por parte de los bancos, hasta las corruptelas en pequeños municipios, casi todos los partidos tienen asuntos de los que avergonzarse. La situación de quiebra técnica de los principales partidos pone de manifiesto que algo falla en el sistema de financiación y en los mecanismos de control.

La cultura ha sido otra de las damnificadas de las medidas del gobierno de Rajoy. El aumento del IVA ha sido la puntilla para la casi inexistente industria cultural española, y en 2013 hemos asistido al hecho de que ha disminuido el número de asistentes a los cines y teatros, disminuyó asimismo la venta de libros y la asistencia a conciertos y museos. Todo ello mientras el ministro Wert reclamaba en 2012 que "los músicos deben cobrar menos por sus actuaciones". De aquellos barros estos lodos. 

Si hablamos de lo puramente político, creo que hay que destacar los procedimientos poco democráticos de partidos como PP y PSOE, que acuden a la designación "a dedo" de los "sucesores" a los cargos institucionales que deberían ser elegidos por cauces democráticos, es decir, por toda la ciudadanía. Me refiero a la designación de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía y al aún incierto sucesor de Valcárcel como presidente de la Región de Murcia. En ambos casos pesa más la cercanía al poder que la opinión que pueda tener la sociedad sobre la idoneidad de las personas para ocupar tales cargos. En ambos casos se trata de personas de las cuales no se conoce empleo diferente al de cargos relacionados con sus respectivos partidos. En la otra cara de la moneda, destacaría la pionera iniciativa de EQUO de organizar unas elecciones primarias para elegir los cabezas de lista, tanto hombres como mujeres, en las que pueden participar tanto afiliados como simpatizantes y, como novedad en nuestro país, cualquier persona mayor de 16 años, aunque no tenga relación con el partido.

Este ha sido, para mi, el balance del año que estamos a punto de abandonar. Como se ve, este gobierno no sale bien parado. Esperemos que el 2014 suponga, por un lado, que esa "mayoría silenciosa", a la que Rajoy tan aficionado es a nombrar, despierte, y que la ciudadanía reaccione a ese ataque que, semanalmente desde hace dos años, estamos sufriendo. 

A pesar de todo, ¡FELIZ AÑO 2014!




lunes, 9 de diciembre de 2013

LA CORRUPCIÓN, ESA LACRA

Hoy es el Día Internacional contra la Corrupción. En un país como el nuestro, plagado de casos de implicación de representantes políticos de todos los colores en casos de corrupción, en el que esta lacra supone la segunda preocupación de los españoles, tras el paro, es hora de que la ciudadanía tenga esto en cuenta para elegir a sus representantes.

Nada menos que un millar de políticos y personajes públicos están siendo investigados actualmente en España, desde alcaldes y concejales hasta las altas instancias como la infanta Cristina. A ellos se suman los cientos de casos de representantes ya condenados, con los delitos de prevaricación (tomar decisiones injustas a sabiendas) y cohecho (recibir dádivas a cambio de favorecer a personas o instituciones) como más frecuentes, con casos sonados, como la reciente condena del ex-presidente del gobierno balear, Jaume Matas, por simular un contrato para su mujer

No hay comunidad autónoma que se libre de estas prácticas delictivas, estando los municipios afectados situados sobre todo en CC.AA. donde la burbuja inmobiliaria estuvo en pleno auge en la década pasada, a raíz de la Ley del Suelo de 1998. Andalucía, con 154 casos y Valencia, con 94, encabezan en términos absolutos el ránking de corrupción. Pero Murcia y Canarias tienen el dudoso honor de ser las regiones con el mayor porcentaje de municipios tocados por la corrupción, con el 57,8% y el 39,8%, respectivamente.

Además de los casos reales de corrupción, en España ha aumentado significativamente la percepción que de ella se tiene por parte de la población, según un estudio de la ONG Transparencia Internacional. Según este estudio, España desciende en 2013 desde el puesto 30 al 40, de un total de 177 países analizados, en un ranking encabezado por Dinamarca, Nueva Zelanda y Finlandia, situándose, además, en el puesto 19 dentro del los 30 países analizados que están en el ámbito europeo. Los autores del estudio concluyen que la impunidad, la lentitud de la justicia y la falta de cultura de lucha contra la corrupción son las razones de que esta lacra esté tan extendida en nuestro país.

¿Qué podemos esperar de un país que aplaude y vitorea a sus representantes cuando salen detenidos, mientras éstos alzan los brazos en señal de victoria? ¿O cuando los cientos de políticos que son imputados son apoyados incondicionalmente por sus partidos, asegurando que hasta que no haya condena firme, no puede hablarse de corrupción? En un país como España donde la justicia está fuertemente politizada, y donde no es raro que políticos salgan de rositas, o con condenas suaves, aunque todo el mundo sepa que el nivel de corrupción era mucho más elevado que lo que podría colegirse de la pena recibida, ser imputado no es ninguna vergüenza, toda vez que la responsabilidad política es un concepto ajeno a nuestra cultura. Esto se hace patente en el caso del inefable Carlos Fabra, a quien no se le impide seguir como consejero del puerto de Castellón y como secretario general de la Cámara de Comercio, a pesar de ser haber sido condenado a 4 años de cárcel por haber defraudado 700.000 euros a Hacienda.

Esto contrasta con la percepción y la condena pública que suponen los casos de corrupción en países de nuestro entorno, donde las dimisiones se han sucedido tras casos como plagios de tesis doctorales o endosar multas de tráfico a familiares, asuntos que aquí no hubieran pasado del chascarrillo, de la media sonrisa y de apelar a la pillería de los implicados, condición indispensable para medrar en el escalafón político. Aquí, ni siquiera la condena por provocar la muerte de dos disidentes cubanos a un dirigente del PP, Ángel Carromero, le impide ser el número dos de NN.GG. de Madrid. Y aún está por llegar el desenlace del mayor caso de corrupción conocido en nuestro país, el llamado caso Gürtel y su anexo caso Bárcenas, en los que se pondrá de manifiesto la fuerte conexión entre empresas donantes y concesiones de obras públicas, aderezado por el pago de sobresueldos a dirigentes populares. Estos casos pueden suponer un antes y un después en la corrupción patria.

Mientras la ciudadanía no perciba la corrupción como algo punible que imposibilite la presencia de los meros imputados en listas electorales, seguiremos estando en un país de segunda categoría, lejos del ideal que se debe tener de una democracia moderna y avanzada. Espero que se tenga esto en cuenta en la próxima cita electoral, en mayo de 2014, con las elecciones europeas. Pero mucho me temo que, como se suele decir, "no caerá esa breva".


miércoles, 4 de diciembre de 2013

EDUCACIÓN: PUNTO MUERTO

El informe PISA de 2012 es nuevamente demoledor para España: el nivel de las pruebas está otra vez por debajo de la media de la OCDE, aunque ha mejorado algo con respecto al año pasado. La novedad para este año es que se han cuantificado las diferencias ente comunidades autónomas, resultando que hay una clara correlación entre el nivel socio-económico de la población y los resultados de la prueba PISA. Así, Navarra, Castilla y León, País Vasco y Madrid obtienen mejores resultados que la media de la OCDE frente a los de Murcia, Extremadura, Baleares y Andalucía, que se sitúan a la cola. La OCDE destaca en su informe que “más del 85% de las diferencias” en el rendimiento en matemáticas –la materia en la que se centra esta vez la evaluación por delante de lectura y ciencias- “es atribuible a diferencias socioeconómicas". En el colmo de la demagogia, la secretaria de Estado para Educación, Montserrat Gomendio, así como la consejera de Educación de la Generalitat de Cataluña culpan a los inmigrantes del bajo nivel obtenido en las pruebas, echando balones fuera.

En el caso de Murcia, el nivel es patético. La Región de Murcia está a la cola de los resultados, sólo por encima de Extremadura. Curiosamente, la caída brutal con respecto al año anterior coincide con la aplicación de las medidas puestas en marcha por la Consejería de Educación consistentes en aumentar la ratio en las aulas y aumentar la carga lectiva de los profesores, que tuvo como consecuencia el despido de miles de interinos. Las repetidas denuncias de los colectivos de profesionales de la enseñanza, agrupados en la Marea Verde, referidas a la degradación de la enseñanza pública, no parece que hagan mella en los responsables políticos de la Educación. En la región, la Consejería debe cientos de millones de euros a los centros públicos de las partidas presupuestarias correspondientes a los años 2011, 2012 y 2013, dejándoles en una situación precaria, sin medios suficientes para realizar de forma óptima su trabajo. Sólo la profesionalidad del colectivo docente permite salir adelante.

Estos resultados deberían hacer reflexionar a los responsables de la política educativa. Esto demuestra, en mi opinión, que para elevar el nivel educativo de un país donde hay que incidir es en mejorar la equidad social entre los diferentes sectores de la población. Como dice la OCDE, hay una relación directa entre la depauperación de la sociedad española en general y los bajos niveles alcanzados. La ley Wert no va a incidir en eso, porque no va a la raíz del problema. Al contrario, la LOMCE va a ahondar en las diferencias, pues solo se centra en el "esfuerzo" de l@s alumn@s, como si las condiciones de partida fueran las mismas para tod@s. No puede ser lo mismo, por poner un ejemplo, las condiciones que puede tener un alumno o alumna en casa, en una barriada deprimida, sin conexión a internet ni bibliotecas cerca, que las de otr@ de un barrio residencial, en una familia que tenga acceso a la cultura. Desgraciadamente, el número de familias que viven en las peores condiciones va en aumento de año en año.

El mazazo a la cultura que este gobierno ha dado en los últimos tiempos también tiene que ver con estos pobres resultados. Las bibliotecas viven sus horas más bajas, no existe una política de promoción efectiva de la lectura, a pesar de que se ha demostrado que los niños que más leen tienen mejores resultados académicos. También es sabido, por multitud de estudios, que el desarrollo de las capacidades musicales mejora el rendimiento de los niños y niñas, y reduce significativamente el fracaso escolar. Sin embargo, las artes y la filosofía (una materia que enseña a pensar) se reducen drásticamente en la nueva ley y el aprendizaje de la música fuera del ámbito escolar sigue siendo elitista, al no existir una red de escuelas municipales que haga frente a la demanda.

Cuando las leyes educativas se diseñan desde la perspectiva ideológica, sin tener en cuenta la opinión de los expertos, empezando por los propios profesores, que han sido los grandes ignorados por este gobierno (y por los anteriores también), el resultado es una deriva incierta y unos "palos de ciego" cuyos únicos damnificados van a ser las generaciones futuras, puestos a merced de políticos ineptos, muy a menudo provenientes de mundos ajenos a la Educación. Así nos va.


jueves, 19 de septiembre de 2013

JUVENTUD Y TOROS

Una vez pasada la feria taurina murciana y perpetrada la tortura y posterior masacre del toro de la Vega, se impone una reflexión. Hace unos días, en un artículo publicado en un medio de comunicación regional, se nos intentaba convencer de la necesidad de atraer a los jóvenes al toreo, esa actividad a la que se calificaba como algo hermoso, alejada de cualquier crueldad (sic) y llena de emotividad y grandeza, tal vez impulsado por el hecho palpable de la edad creciente de los asistentes a las corridas de toros y del rechazo cada vez mayor de la juventud a este espectáculo sangriento. Acto seguido se hacía un listado de músicos, pintores y escritores que habían loado en sus obras a la tauromaquia, casi todos ellos, por cierto, propios del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Entre ellos se cita a Goya, de cuya serie Tauromaquia puede hacerse otra interpretación, ya que, al igual que hizo con Los desastres de la guerra o sus Disparates, con esos grabados lo que reflejaría más bien es el grado de brutalidad y la salvajada de las corridas de toros, como correspondía con una persona influida por las ideas de la Ilustración como era el genial sordo de Fuendetodos.
Más adelante, el articulista pasaba a asociar flamenco y toros, apelando a los más rancios tópicos, en una época, la actual, donde se considera al arte flamenco como algo universal, no necesariamente relacionado con la tauromaquia. Si es famosa la frase de Manolo Caracol en la que afirmaba que “para ser flamenco, te tienen que gustar los toros, el vino y las mujeres”, en un alarde de rancio machismo, hoy es posible encontrar artistas flamencos abstemios o abiertamente homosexuales, por ejemplo, rompiendo los moldes que se esperarían desde los más conservadores sectores de los amantes del flamenco. Al igual que hay intelectuales “sensibles” a los que les atraen las corridas de toros, es posible encontrar, y cada vez más a menudo, a escritores contrarios a tal bárbaro espectáculo, como el premio Nobel José SaramagoEspido FreireEduard Punset,Fernando DelgadoAlberto Vázquez-FigueroaGuillermo Cabrera-Infante; a periodistas como Ignacio Escolar o Maruja Torres y a filósofos como Jesús Mosterín o  Salvador Pániker, entre otros muchos.
Precisamente, Mosterín, en su libro A favor de los toros, va desmontando los tópicos que existen en torno a la tauromaquia, como que los toros no sufren; que el espectáculo no es cruel, puesto que da opción a que el toro se defienda; que el toro de lidia es una especie única y que si no hubiera corridas desaparecería… Así, descubrimos que el toro no es exclusivamente español, sino que existe en más países. Tampoco la “fiesta” cruel es autóctona: desde la Edad Media hasta la Ilustración se practicaba en el resto de Europa algo parecido al toreo, pero fue desapareciendo en los otros países, mientras que en España, adonde las ideas revolucionarias de la Ilustración no llegaron, se mantuvo este espectáculo, elevado por el régimen de Franco a categoría de “fiesta nacional”.
Pretender que el acercamiento de los jóvenes a la tauromaquia les hará “más cultos y sensibles” es, como mínimo, un atrevimiento, pues numerosos estudios psicológicos demuestran que la asistencia a este espectáculo por parte de niños y adolescentes les produce una serie de efectos perjudiciales, como traumas (en ese momento o en periodos posteriores), un debilitamiento moral ante la violencia y una reducción de la empatía ante los animales y las demás personas. Desgraciadamente, el apoyo institucional y mediático que recibe la tauromaquia nos indica que aún falta bastante educación en este sentido, y que será necesario algún tiempo para desterrar tales espectáculos al baúl de los recuerdos. Pero la labor de un cada vez más numeroso grupo de personas (como lo demuestra la multitudinaria manifestación contra el toro de la Vega del otro día) nos hace vislumbrar que la mentalidad va cambiando, acercándonos más a Europa en cuanto a la defensa de los derechos de los animales se refiere.

Artículo publicado en El Pajarito:

miércoles, 18 de septiembre de 2013

LA REALIDAD OCULTA

Hoy, cosa rara, pues lo suelo leer en su formato digital, he comprado el periódico regional por excelencia, y hay dos cosas que me han llamado la atención y que refleja bastante bien la idiosincrasia del murciano medio. Por un lado, el diario dedica nada menos que 16 páginas a la romería, esa peregrinación al santuario de la Fuensanta por parte de la murcianía más tradicional, que tuvo lugar ayer, reservándole este mismo periódico otras 8 páginas a la feria taurina. A estos temas habría que añadir el fútbol y otros deportes, con 6 páginas más. En total, 30 páginas, casi la mitad de su contenido. Estos  acontecimientos, que merecen tal atención por parte del diario, dan fe de que la religión, el fútbol y los toros siguen siendo, en una sociedad como la murciana (y me atrevería a decir que en la sociedad española en general), esa droga a la que se enganchan muchas miles de personas y que les impiden ver la realidad en la que se mueven.

Por otro lado, hay una noticia a la que se le dedica una sola página y que refleja realmente la situación: la Memoria de la Fiscalía General del Estado, en su apartado dedicado a la Región de Murcia, nos hace ver en qué estado de cosas nos encontramos, mostrando las miserias de la sociedad. Algunos datos:

- Los casos de malos tratos habituales en el ámbito familiar que, por su gravedad, llegan a ser englobados en la tipología de torturas se incrementaron en un 443 %, nada menos, en 2012.
- Han aumentado loa fraudes organizados mediante la creación de empresas "instrumentales" cuya finalidad no es otra que contribuir a la elusión final generalizada (evasión fiscal).
- Suben un 5 % los robos en locales abiertos o en casas habitadas, con los ocupantes dentro de la casa.
- Aumenta en un 23 % los casos de secuestro, para pedir un rescate.

Los datos de la Memoria de la Fiscalía son propios de una sociedad en la que una parte importante está desesperada, a la que no le importa llegar a extremos cercanos a las prácticas de mafias y cárteles, que nos recuerdan a países que pensamos que están lejos de los modos de la "civilizada" Europa. 

A pesar del triunfalismo que impera en los diferentes gobiernos, en cuanto a los mensajes que nos pretenden transmitir, de salida de la crisis, de mejora de las exportaciones, de la disminución del paro en un número ridículo de 31 personas, el hecho es que desde los medios de comunicación mayoritarios se nos esconde la realidad. Parece que ya no son  noticia los 6 millones de parad@s, los desahucios que siguen ocurriendo todos los días, la disminución cada vez mayor de las partidas presupuestarias destinadas a la Educación, la Sanidad, la dependencia..., eclipsados por las andanzas de nuestros deportistas o el bombardeo informativo sobre el "derecho a decidir" de un pueblo que, por cierto, también está siendo machacado por los recortes, pero eso no parece que interese decirlo. Estos y otros temas se ve que dan más juego en las tertulias radiofónicas y televisivas, sobre todo de la derecha mediática, y que conviene no seguir hablando de las miserias de los ciudadanos, pues puede desmoralizarles, y podrían tener la tentación de no votar a los de siempre en las siguientes elecciones.  

¿Cuándo despertará la ciudadanía de este sueño inducido por los medios de comunicación y los diferentes gobiernos, a los que interesa mantener a la población ocupada en ciertos temas, para evitar que se hable de la realidad, como en un "mundo feliz" autosugestionado, un "show de Truman" cualquiera? Esperemos que sea pronto.


sábado, 29 de septiembre de 2012

MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA (EN EDUCACIÓN)

Como dije en la entrada anterior, pasaré a comentar lo que entre todo el profesorado que impartimos enseñanzas artísticas y, sobre todo, la materia de Música, es un clamor: la drástica disminución de las enseñanzas musicales en el sistema público, que pasan a ser las mayores damnificadas por esta reforma. Con este anteproyecto de la LOMCE, en la etapa secundaria este tipo de enseñanzas retroceden prácticamente al status que tenía en el antiguo B.U.P., cuando se impartía en un solo curso. Ahora lo harán en dos (2º y 3º de E.S.O.), perdiendo su presencia en 4º y en Bachillerato, niveles en los que, actualmente, la Música es materia optativa. Para colmo, la recién introducida modalidad del Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza desaparece del currículo, privando a miles de jóvenes de una vía de acceso y de preparación a otros estudios posteriores como puedan ser los Grados de Música, Historia y Ciencias de la Música, Artes Escénicas, Grado en Artes Visuales y Danza, y Grado en Composición de Músicas Contemporáneas, además del Grado en Educación Primaria, especialidad de Música.


Sin embargo, numerosos estudios demuestran que las enseñanzas musicales durante la infancia y la adolescencia facilitan el aprendizaje de otras materias, principalmente las Matemáticas y la Lengua, que casualmente son las materias que el ministerio quiere fomentar. Todas estas disciplinas, la Música, la Lengua y las Matemáticas, comparten como característica común el uso de un lenguaje abstracto para representar magnitudes y conceptos (duración y altura del sonido, ideas y pensamientos, cantidades y figuras geométricas) a través de símbolos específicos; en todos los casos se activan las mismas partes del cerebro. Además, son muchos los estudios que ponen de manifiesto que el estudio práctico de la música en edades tempranas permiten compensar la pérdida cognitiva propia de la vejez, al crearse conexiones alternativas en el cerebro.

Pero el equipo ministerial obvia estas ventajas evidentes, dejando la educación musical en secundaria en manos de la enseñanza privada, básicamente, solamente accesible a un sector de población que puede permitirse el pagar mensualmente una cantidad nada despreciable para que sus hijos disfruten de este tipo de enseñanza. La música, para este gobierno, es un privilegio que está reservado a una élite, como ha ocurrido en épocas pasadas, al restringir el acceso a su aprendizaje y al aumentar el IVA a los productos musicales y a las entradas a conciertos. Todo lo contrario que otros países como Suiza, que han aprobado hoy en referéndum, con un aplastante 72,7 por ciento, una modificación constitucional que pretende reforzar la formación musical en la educación básica.

Para abundar aún más en lo absurdo del asunto, el propio ministro Wert, en junio pasado, anunció que se reduciría el número de materias optativas porque "distraen la atención de las materias instrumentales". A pesar de ello, se introducen nuevas materias como Orientación Profesional e Iniciativa Emprendedora en la E.S.O., una manera más, a mi juicio, de introducir la ideología neoliberal en las mentes de los jóvenes, con contenidos como Mercado laboral o Economía financiera. 

Pero lo más sangrante es que, en esta época de recortes en educación y de eliminación de materias que todos los expertos consideran fundamentales para la formación integral del alumnado, se siga manteniendo la Religión en la escuela pública, desde la etapa infantil hasta el Bachillerato. La escuela debe educar sin dogmas ni creencias, que no están basadas en criterios científicos, tal y como proclama en su manifiesto el Observatorio de la Laicidad; el mantenimiento de la Religión en el currículo en la escuela pública es algo que nuestros vecinos del norte ven con asombro e incredulidad. Su pervivencia en todas las etapas educativas, ocupando un tiempo considerable en la ya  pesada carga horaria de nuestros escolares, impide que l@s alumn@s reciban la educación adecuada en otros ámbitos como el musical, tan necesario, como hemos visto, para aumentar las capacidades de los jóvenes en áreas instrumentales, además de permitir que la población vaya adquiriendo una cultura y unos hábitos musicales aún bastante mejorables en nuestro país..


domingo, 20 de mayo de 2012

EDUCACIÓN: LA ASIGNATURA PENDIENTE

Por si no fueran pocos los recortes que el gobierno de Rajoy, a través de su ministro Wert, presentó en el Congreso el pasado miércoles para ahorrarse 3.000 millones de euros, el Plan de Estabilidad presentado a Bruselas por el ejecutivo prevé una reducción del peso de la inversión pública en Educación de aquí al 2015, pasando del 4,9% actual al 3,9% del PIB (ver enlace). De esta manera, retrocederemos a la cola absoluta de Europa en inversión en educación (ver enlace). Ya hoy estamos muy lejos de los países del norte de Europa que, como Dinamarca (7,8% del PIB), Islandia (7,6%) o Finlandia (6,2%), lideran este ránking. Para este gobierno, el dinero destinado a la educación pública no es una inversión, sino un gasto que hay que disminuir, aún a costa de hipotecar el futuro de cientos de miles de jóvenes.

La educación ha sido y es el comodín de los sucesivos gobiernos, siendo una de las primeras leyes que se modifican cuando los partidos de uno y otro signo ascienden al poder, sin tener en cuenta que, por su condición de leyes orgánicas y, por tanto, justo por debajo en importancia que la Constitución, deberían ser leyes que perduraran al menos una generación. En Francia, por ejemplo, algunas de las leyes vigentes que regulan la educación datan de 1959 (como la ley Debré que regula la relación entre el Estado y la Enseñanza libre) e incluso del siglo XIX, como la Ley Ferry (en referencia a Jules Ferry, político de la IIIª República e impulsor de la educación como uno de los pilares de la República) de 1886 que proclama la laicidad de la enseñanza y la organización de la enseñanza primaria.

En España, sin embargo, desde la transición se han sucedido nada menos que 4 leyes orgánicas que han regulado este aspecto tan importante para una sociedad. Hasta 1990 el sistema educativo seguía la Ley General de Educación de Villar Palasí de 1970. En 1990, en el gobierno de Felipe González, se aprueba la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE). Con Aznar se aprueba en 2002 la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) que no llegó a aplicarse por la llegada a la Moncloa de Rodríguez Zapatero, quien en 2006 aprueba la Ley Orgánica de Educación (LOE), ley que está actualmente vigente. Esta actitud de los sucesivos gobiernos del PSOE y el PP, es más revanchista que madurada y pensada para lograr que las cifras que rodean a la educación española mejoren. En España, por ejemplo, la tasa de abandono escolar tras la educación obligatoria es del 28,4%, más del doble de la media europea.

Las sucesivas leyes educativas han pecado de no ir acompañadas de una financiación suficiente que lleve a la práctica los buenos propósitos que todos los preámbulos pretenden. Además han carecido del consenso necesario para que una ley de este calibre tuviera la vigencia mínima que éstas necesitan, pasando tanto alumnos como, sobre todo, profesores, por diferentes currículos, planes de estudios, desaparición de asignaturas, sustitución de materias por otras con contenidos similares... Tampoco se ha tenido en cuenta la opinión de los profesionales de la educación, que hemos sido los convidados de piedra en esta historia. Siempre ha imperado el parecer de l@s sucesiv@s ministr@s del ramo que, salvo excepciones, han provenido de ámbitos totalmente ajenos al mundo educativo y han sido asesorados por personas que tampoco han vivido la realidad de las aulas desde dentro.

Pero nada de esto es tan grave como el ataque que está perpetrando el actual gobierno contra la educación pública, ataque que no tiene precedentes en los 35 años de la reciente democracia española. Este gobierno no es consciente, y si lo es, tiene más delito aún, de las consecuencias que estos recortes tendrán sobre el futuro de los jóvenes españoles, sobre todo los más desfavorecidos. Los recortes en 3.000 millones de euros tendrán consecuencias a corto plazo, como más alumnos por clase, disminución de la oferta educativa de los centros, aumento de las tasas universitarias, reducción o desaparición de programas educativos, supresión de apoyos educativos, etc., como muy bien explica José Roberto Barrilado, del Foro Ciudadano de la Región de Murcia, en un reciente artículo (ver enlace). Pero también tendrán consecuencias a largo plazo, como una mayor depauperación de los niveles educativos y la merma de la igualdad de oportunidades, base de un sistema que quiera llamarse democrático.

Frente a esta política del tijeretazo, es necesario aplicar toda una serie de medidas como las que propone EQUO, como son:

- Establecimiento de una educación pública de calidad, laica y que promueva la igualdad de oportunidades.
- Aumento hasta el 7% del PIB de la inversión pública en Educación, y en ningún caso por debajo del 5,5%.
- Reducción progresiva de la concertación de la enseñanza privada hasta su desaparición.
- Apuesta decidida por una Formación Profesional de calidad y que cuente con una financiación suficiente.
- Aumento del prestigio de los docentes e instituciones educativas públicas.

EQUO Región de Murcia, con su integración en la Plataforma en Defensa de la Educación Pública, apoya decididamente la convocatoria de la huelga del próximo 22 de mayo en contra de las medidas del gobierno para el desmantelamiento de nuestro sistema educativo público (ver enlace).

Nunca hasta ahora un partido en el gobierno había hecho un uso tan flagrante de su mayoría absoluta en el Congreso para arremeter contra una de las bases del Estado del Bienestar, junto a la Sanidad. Este asalto ha puesto de acuerdo a sindicatos, padres y madres de alumn@s, estudiantes y personas defensoras de lo público para levantarse en contra de estas medidas. Por ello, la huelga del próximo 22 de mayo es algo que nadie consciente de la importancia de la Educación debe dejar de hacer.


¡POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA, HAZ HUELGA EL 22 DE MAYO!