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martes, 26 de agosto de 2025

EL PACTO PP-VOX EN ENTREDICHO


Era una noticia anunciada desde hace meses. Firmado irónicamente un día después del Día Mundial del Medio Ambiente, se materializó el pasado 6 de junio el pacto de presupuestos entre el Partido popular y Vox en la Región de Murcia. En este acuerdo, plasmado en un documento de sólo 4 páginas, se confirma la rendición del PP regional a las exigencias de la ultraderecha, sobre todo en materias sensibles como el medio ambiente o la migración.

Así, en el pacto se manifiesta el “contundente rechazo a las políticas de asentamiento y reparto de inmigrantes ilegales impuestas por el Gobierno de España”, demostrando una patente insolidaridad con otras Comunidades Autónomas, especialmente con el gobierno canario, gobernado paradójicamente por el Partido Popular. En las Islas Canarias se aglomeran más de 5.600 menores no acompañados, de los cuales 800 cuentan con protección de asilo, llegando a una situación de saturación de los recursos, principalmente en los 82 centros de acogida de las islas.comisión interadministrativa  y al Consejo del Mar Menor.

En otra demostración de insolidaridad, en el pacto, la ultraderecha exige el cierre del centro de acogida de menores de Santa Cruz, en el que viven 60 menores de entre 10 y 17 años, algunos de los cuales desde hace más de 4 años, junto con 80 trabajadores, que denuncian el daño que pueden sufrir esos menores por el desarraigo al que se verán afectados. La alternativa a este cierre es la compra de viviendas por parte de la CARM para alojar a esos menores, pero es algo a lo que la ultraderecha se opone, una vez más. Asimismo, el acuerdo penaliza a las ONGs que trabajan con migrantes, al retirarles las subvenciones, en un ejercicio de falta de humanidad, al privar de atención a las personas que huyen de manera desesperada de sus países de origen. 

Todo esto obedece a una motivación puramente electoralista, la de asociar inmigración y delincuencia, idea falsa alentada con prejuicios y bulos que la ultraderecha difunde. Pero los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que los españoles delinquen más que las personas extranjeras en términos absolutos. En 2022, un 74,19% de los condenados tenían nacionalidad española, frente a un 25,81% de extranjeros. 

Otro punto del acuerdo basado en una falacia es el que hace referencia a las “okupaciones”. A pesar de la intención de crear un estado de alarma entre la población, lo cierto es que las llamadas “okupaciones”, es decir, el allanamiento y usurpación de inmuebles, afectan en la Región de Murcia solamente al 0,055% de las viviendas, 435 casos oficiales de un total de 780.000 viviendas en toda la región. Esa cifra, correspondiente a 2023, es, además, un 34% más baja que el año anterior. Seguir infundiendo miedo en la sociedad es el mecanismo que tiene la ultraderecha para intentar ganar poder, algo totalmente alejado de la ética que debe tener un partido político que aspira a gobernar.

Otro aspecto polémico del pacto es la “reducción de las aportaciones dirigidas a las Organizaciones Sindicales y Empresariales”, subvenciones que tachan de “parasitismo institucional” y “gasto superfluo” dirigido a “chiringuitos”, cantidades que suponen alrededor del 15% de sus ingresos, lo que podría afectar a la calidad de la atención a los trabajadores y trabajadoras con una merma, por tanto, en sus derechos. Sin embargo, el gobierno regional se arriesga a que la justicia tumbe la medida, como ya ocurrió en Castilla y León, cuando el Tribunal Superior de esa Comunidad Autónoma obligó a la Administración regional leonesa a devolver cerca de dos millones de euros a CCOO y UGT tras una denuncia de éstos.

Entre las medidas acordadas entre PP y Vox, preocupa especialmente a las entidades ambientalistas las referentes a la caza y al Mar Menor. En el primer caso, se pretende poner en práctica la gestión y la defensa de varios aspectos prohibidos actualmente por normativas estatales y europeas, como la caza de la tórtola y el arrui, o la práctica del silvestrismo, y que pretende, además, imponer actividades extraescolares con el objetivo de fomentar la caza entre los más pequeños.

En cuanto al Mar Menor, las modificaciones legislativas pactadas incluirían “sustituir un objetivo ambiental, por uno basado en la explotación de este recurso natural”, tal y como denuncia la Alianza Mar Menor (AMARME), además de excluir del ámbito de aplicación del actual ley al término municipal de Fuente Álamo, territorio por el que transita gran parte de la rambla del Albujón y donde se sitúan muchas macrogranjas de porcino. También se pretende eliminar la Comisión Interadministrativa  y al Consejo del Mar Menor y otras medidas que afectarían de una forma radical a la albufera, imposibilitando su recuperación y agravando su situación ambiental. 

El pacto suscrito entre PP y Vox en la Región de Murcia supone un retroceso en los derechos humanos, en los derechos de los trabajadores y en el derecho de un ente jurídico como es el Mar Menor, todo ello para asegurar la permanencia del presidente López Miras en el poder unos cuantos años más, a costa de los intereses de la mayoría. Todo un despropósito. 

Artículo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/pacto-pp-vox-entredicho_132_12429886.html


martes, 1 de abril de 2025

EL PACTO DE LA VERGÜENZA A LA MURCIANA


López Miras se ha plegado a las exigencias de Vox, haciendo suyos los postulados ultras, todo para seguir agarrándose al poder, aunque ello ponga en riesgo la concesión de ayudas europeas por valor de miles de millones de euros, la mayoría destinadas a la lucha contra el cambio climático, a través de medidas como la restauración ecológica de los ríos, la rehabilitación de casas para que sean más eficientes desde el punto de vista energético, el fomento del transporte sostenible o la recuperación del litoral, muy ligado en nuestro región con el Mar Menor.

En una muestra más de su irresponsabilidad, el Partido Popular de la Región de Murcia, a través de su presidente, ha afirmado que “rechazan el Pacto Verde Europeo”. Pero, ¿sabe el PP en qué consiste este pacto? Aprobado en 2019, pretende poner a Europa a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático, con un objetivo claro, alcanzar la neutralidad climática para 2050, es decir, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, se quiere implementar la economía circular, aquella que minimiza la producción de residuos y que aspira a reducir la obsolescencia programada, es decir, a prolongar la vida útil de los aparatos que usamos, entre otras medidas.

El aspecto del Pacto Verde que irrita a la ultraderecha es el relativo a la agricultura y ganadería. El acuerdo europeo pretende favorecer una gestión sostenible de los cultivos y un mayor bienestar animal, así como producir más con menos, mediante la reducción en el uso de fertilizantes y plaguicidas, así como de antibióticos y otros medicamentos veterinarios y la adopción de postulados ecológicos en las explotaciones agrarias, con el fin de reducir su impacto sobre la biodiversidad, garantizando que los alimentos sean saludables y asequibles. La agricultura es responsable del 10,3% de las emisiones de GEI de la Unión Europea y casi el 70% de sus emisiones proceden del sector de las actividades ganaderas. La Estrategia “De la Granja a la Mesa” intenta mejorar estos datos por medio de las medidas citadas, además de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y luchar contra el fraude alimentario en la cadena de suministro.

La Región de Murcia tiene mucha responsabilidad en las emisiones de gases, ya que contamos con dos millones y medio de cabezas de ganado porcino, más que habitantes tiene la región, generando el 20% de los residuos de porcino de toda España, con cinco millones y medio de toneladas anuales de purines y estiércol que contaminan el suelo y las aguas subterráneas. La pretendida construcción de plantas de biogás proyectadas en la región no son ajenas al efecto llamada para la proliferación de estas macrogranjas de porcino, ya que sus residuos serían la materia prima para esas plantas. 

El PP murciano está en contra de las medidas que el propio Partido Popular Europeo apoya. El grupo conservador en el Parlamento Europeo “ha defendido la ambición climática de reducir en torno al 55% las emisiones de CO2 para 2030 y ha abogado por la innovación”, tal y como aparece en su página web. López Miras y los suyos, fagocitados por la ultraderecha, demuestran ser tan anti-europeos como Vox y no tener escrúpulos de estar contra los intereses de la mayoría de murcianos y murcianas, defendiendo que se mantenga el modelo agrícola y ganadero intensivo, causante de residuos contaminantes que envenenan el suelo y los acuíferos, no aplicando medidas que mejoren el transporte público que reduzcan así la contaminación atmosférica.

Esto no es sino una estrategia, una vez más, para atacar al gobierno central, ya que firmando este acuerdo de presupuestos autonómicos con la ultraderecha, tal y como han hecho en la Comunidad Valenciana, quieren dejar en evidencia que no se está logrando, por ahora, el acuerdo para aprobar los PGE en el Congreso, haciéndonos creer que, ellos sí, son buenos gestores al conseguir esos presupuestos, aunque ello suponga ir en dirección contraria a lo que se está intentando hacer en Europa. Declararse abiertamente en contra del Pacto Verde supone retrasar la transición ecológica de la economía, seguir dependiendo de terceros países que nos suministran energía y poner en riesgo los empleos del futuro. 

Articulo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/pacto-verguenza-murciana_132_12177303.html

miércoles, 12 de marzo de 2025

EL COLMO DE LA ESTUPIDEZ



La llegada al poder de Trump y el ascenso de la ultraderecha en Europa, representado en el “akelarre” ultra del pasado fin de semana en Madrid, coincide con una avalancha de ideas disparatadas que pueblan las redes sociales y que, en algunos casos, son amplificadas por los medios de comunicación convencionales. ¿Casualidad? No lo creo.

Como ejemplo, asistimos incrédulos a la presencia en “prime time” de televisión de un terraplanista que niega que la Tierra sea redonda, con argumentos que harían palidecer de vergüenza al mismísimo Galileo. Otro ejemplo lo encontramos en las declaraciones del otrora líder de Ciudadanos, al calificar de “estafa piramidal” el sistema público de pensiones, en un claro intento de demonizarlo, para favorecer así los planes de pensiones privados. Lo chocante es que se le de cancha en los medios a estos difusores de mentiras sin ningún problema, solo por buscar audiencia fácil. 

El colmo de lo absurdo lo encontramos cuando Trump anuncia aranceles del 25% a los productos europeos, entre ellos el acero, el aluminio, con el riesgo de que afecte a otras mercancías tan valiosas en España como el aceite de oliva, lo que afectará sin duda a la economía de nuestro país, y la ultraderecha lo aplaude, solo porque lo lleva a cabo su adorado presidente norteamericano, tirando piedras contra su propio tejado. O cuando Marine LePen, líder del partido ultra francés, ataca a los productos agrícolas españoles, pero recibe igualmente el apoyo de Santiago Abascal y su partido. Pero lo más sangrante es que haya personas de a pie que lo apoyen, sin calibrar las consecuencias.

Otras ideas que, desde la ultraderecha, nos quieren inocular, y que también repiten en la Región de Murcia, son que no necesitamos a la inmigración para nuestra economía, cuando es sabido que la baja natalidad de Europa en general y España en particular haría que, para sostener el sistema de pensiones y atender la demanda de trabajadores en sectores como la construcción, la hostelería o la agricultura, se requeriría de unos 300.000 trabajadores extranjeros al año, cifra que ascendería a unos 60 millones de aquí a 2050, si hablamos de Europa al completo.

También el pago de impuestos es la diana de la extrema derecha (y del Partido Popular), acusando al gobierno de que vivimos en un “infierno fiscal”, obviando que es gracias a los impuestos que se puede mantener la Sanidad y la Educación públicas, que se arreglan o construyen carreteras, hospitales y colegios, se mejora el transporte público, se invierte en ciencia o que se conceden ayudas a personas que lo necesitan. Y de nuevo, lo peor es que hay gente que compra ese discurso, aunque vaya en contra de sus propios intereses.

¿Y qué decir de la cultura? La extrema derecha censura libros y películas, llega a acosar y agredir a escritores, como se vivió en la pasada Feria del Libro de Madrid, prohibe obras de teatro en los ayuntamientos donde gobierna, vandaliza monumentos conmemorativos de personas de izquierdas, hechos que nos recuerdan los peores años del nazismo. Reniegan de la industria cinematográfica española, que cosecha premios y éxitos de público, alcanzando altas cotas de calidad. 

En cuanto al cambio climático, la negación de este fenómeno global y certificado por la ciencia, por parte de la ultraderecha nos lleva a que gran parte de la sociedad que les sigue cierre los ojos ante las causas que agravan hechos catastróficos como los incendios forestales, las inundaciones (como la reciente DANA en Valencia) o las olas de calor y frío que asolan nuestro país año tras año, y que tan caros son en vidas humanas y pérdidas materiales. Ideas falsas como que la demolición de pequeños azudes es la causa de las inundaciones se extienden entre un sector de población desinformada y crédula de los bulos que circulan por las redes sociales.

Nos tenemos que preguntar las razones de que esta ola de ideas de extrema derecha campe a sus anchas, máxime cuando la ideología fascista fue causante de los mayores desastres del siglo XX, dos guerras mundiales, cientos de millones de muertos y dictaduras en países europeos durante décadas. ¿Qué hace que millones de personas en Occidente repitan ideas insensatas sin cuestionarse siquiera si son ciertas o no? ¿Qué provoca que, en un mundo donde más posibilidades tenemos de llegar a una información veraz y donde cualquier persona puede formarse, haya gente que dé por buenas ideas falsas que van en contra de sus intereses? 

La aceptación de manera acrítica de estas ideas que podemos calificar de estúpidas no nos hace albergar muchas esperanzas sobre el futuro inmediato, pero hay que continuar con la pedagogía, explicando una y mil veces, si hace falta, que persistir en esas posturas solo nos puede llevar al desastre. Seguiremos insistiendo. 

Artículo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/colmo-estupidez_132_12046850.html

miércoles, 12 de febrero de 2025

¿UNA JUVENTUD MÁS ULTRA?

 


En junio de 1934 se publicó en Francia un manifiesto titulado “La juventud frente al fascismo”, firmado por intelectuales, profesionales de distintas ramas, estudiantes, escritores (entre los que se contaban Paul Éluard, André Breton, Louis Aragon, Jean Giono o André Gide, entre otros). En esta publicación se analizaban las razones por las que la juventud podría abrazar la ideología fascista, como estaba ocurriendo en la Alemania nazi y la Italia de Mussolini. El paro y la desesperación ante la situación económica les empujaban hacia esa ideología, afirmaban. También enumeraban los puntos de la propaganda fascista, el nacionalismo, el odio al extranjero, el antiparlamentarismo, y advertían a la juventud de los peligros de adscribirse a esas ideas.

Noventa años después, parece que la historia se repite. Un estudio elaborado por el instituto de investígación social CIMOP (siglas de Comunicación, Imagen y Opinión Pública) revela que un cierto porcentaje de jóvenes de entre 16 y 30 años desconoce la historia reciente de España, o tienen una visión sesgada de la misma, repitiendo falsos mantras que la ultraderecha difunde, relativos al franquismo y a la Transición. Estas ideas falaces, preconcebidas y maniqueas se han llegado a escuchar en el Congreso de los Diputados, cuando lideres ultras afirmaban que el actual gobierno es “el peor en los últimos 80 años”, o que el franquismo fue un periodo “de reconstrucción, progreso y reconciliación”. 

Si uno se da una vuelta por las redes sociales, y sobre todo en la red del hombre más rico del mundo, podemos comprobar cómo circulan todo tipo de falsedades sobre la etapa más negra de la historia del siglo XX en nuestro país, la guerra civl y la dictadura franquista, atribuyéndoles todo tipo de virtudes, justificando el golpe de estado y la posterior represión que mató o envió al exilio a centenares de miles de compatriotas. Así, se asocia la Segunda República solamente con la izquierda, obviando que hubo un gobierno de derechas entre noviembre de 1933 y febrero de 1936; se habla de la guerra civil como “lucha fratricida”, poniendo en la misma balanza a los golpistas y el gobierno legítimo; o se idealiza la época franquista, sin tener en cuenta la represión, los encarcelamientos, las ejecuciones y el exilio de las personas que no acataron el nuevo orden o que tenían un pasado republicano.

Esta ola reaccionaria y ultraderechista que recorre Europa, España y la Región de Murcia tiene su reflejo en las aulas. Adolescentes que repiten esos mantras, o que entonan el “Cara al sol”, a menudo sin saber que es un himno fascista, que reproducen lo que escuchan en casa, sin ningún atisbo de crítica, son el caldo de cultivo de algo muy peligroso, la extensión de ideas racistas, xenófobas y machistas que contaminan a la gente joven. 

El problema es que no solamente Vox usa esa estrategia de difundir bulos alabando el franquismo para ganar votos, sino que el propio Partido Popular se apunta a esa estrategia, temeroso de que la extrema derecha le coma la tostada. Por ello, el PP adopta el argumentario ultra referido a temas como la inmigración, el ultranacionalismo o el feminismo, y apoya a dirigentes ultras como Trump, Netanyahu o Milei, además de ser muy tibios a la hora de condenar el franquismo, habiéndose opuesto al traslado de los restos de Franco de Cuelgamuros y, en este año, que se cumplen 50 años de la muerte del dictador, estando en contra de la conmemoración de este hecho que inició la etapa democrática en España, como hacen los países de nuestro entorno que han vivido una dictadura, como Portugal y Alemania.

En Murcia vemos cómo el actual consistorio, con el alcalde Ballesta a la cabeza, ha emprendido la reforma de la llamada Cárcel Vieja, para convertirlo en un espacio amable que haga olvidar que fue un lugar de represión durante 50 años, donde llegaron a estar encerradas más de 3.000 personas a la vez en la época de la dictadura, y que fue lugar de torturas, fusilamientos y humillaciones. La actual reforma obvia deliberadamente toda referencia a la memoria de esos muros, siendo un escalón más para olvidar la etapa más oscura de nuestra historia reciente. Ese empeño de la derecha y la ultraderecha de que no se hable de los 40 años de franquismo, argumentando que “hay que pasar página” y que hablar de ello “divide a los españoles” es el terreno abonado para el resurgir de la extrema derecha, sobre todo entre la juventud, que no ha vivido esta etapa y que es permeable a ideas falsas que blanquean el franquismo.

Ante esto, hay que hacer hincapié en la educación, con campañas que expliquen con rigor científico lo que pasó realmente, y que la historia que se explica en los institutos esté libre de sesgos ideológicos, dedicando un tiempo efectivo a tratar esta etapa histórica y contrarrestando los bulos que las redes sociales difunden, aunque es un trabajo ímprobo muy difícil de llevar a cabo. Ya se sabe que si no se conoce la historia, estaremos condenados a repetirla. 

Artículo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/juventud-ultra_132_11970706.html

miércoles, 31 de mayo de 2023

LA DERIVA CONSERVADORA DE LA SOCIEDAD


Foto: EFE/EPA/JIM LO SCALZO

Ya lo decía Trump: “Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos”. Pues eso ha pasado en el país en general y, en la Región de Murcia, en particular. A pesar de las huelgas de sanitarios en Madrid, de las listas de espera, del menosprecio a la educación pública, de la degradación del Mar Menor, de la condena a Pedro Antonio Sánchez por corrupción, del juicio a Valcárcel por el caso de la desaladora de Escombreras, de la amenaza a Doñana, la derecha y la ultraderecha han aumentado en votos en prácticamente todos los territorios. La clave puede estar en que la estrategia de las derechas de olvidarse de los problemas más cercanos a la ciudadanía y centrarse en ETA, Bildu, el “sanchismo” o la Ley del “Sí es sí”, aunque votes en Soria o en Murcia, les ha funcionado. En toda España, y la Región de Murcia no es una excepción, el auge de la ultraderecha es un hecho, siguiendo la estela de lo que ocurre en el resto de Europa. El negacionismo climático, la negación del hecho de la violencia machista, el rechazo a la inmigración (aunque sea un fenómeno necesario para mantener las pensiones públicas) ha calado en cierto sector del electorado, aunque la ultraderecha no haya propuesto nada en positivo, limitándose a proclamar que revertirán todo lo aprobado por los gobiernos de izquierda, aunque hayan sido medidas que favorezcan a la mayoría. Ciudadanos desaparece del panorama político, a fuerza de querer parecerse a los partidos de la derecha y ultraderecha, prefiriendo sus antiguos votantes a los originales frente a la copia.

El socialismo sigue sin levantar cabeza en la Región de Murcia, al tiempo que ha bajado considerablemente en el resto del país. Por el contrario, continúa su caída, tras cerca de 30 años sin gobernar, salvo el espejismo de 2 años en el ayuntamiento de Murcia. Sucesivos lideres regionales sin carisma, propuestas vagas, intentando nadar y guardar la ropa, como con el tema del trasvase y la agricultura intensiva y contaminante, condenan al PSOE regional a otros 4 años, hasta 2027, en la oposición. En cuanto a los partidos a la izquierda del PSOE, se ha verificado que la división ha lastrado, hasta cierto punto, el resultado. Desde que en 2015 se iniciara el cisma en la izquierda no se consiguen resultados realmente positivos, y la debacle es palmaria en esta cita electoral. Resentimientos personales, una excesiva confianza en las fuerzas de la izquierda más clásica, y, por qué no decirlo, algo de soberbia, han expulsado a Podemos de los principales ayuntamientos de la región, manteniendo sus dos diputados regionales, muy por debajo de sus expectativas. En relación a otras fuerzas políticas, está por llegar la alternativa verde en la Región, tal y como ocurre en los principales países europeos, a pesar de problemas ambientales como la contaminación atmosférica, la contaminación de suelos, el tema del Mar Menor, y la necesidad imperiosa de llevar a cabo una transición ecológica de la economía para hacer frente a la emergencia climática por la que atravesamos.

La decisión de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones generales al 23 de julio, para evitar la debacle del Partido Socialista, tal y como ha ocurrido en países de nuestro entorno, como Francia o Italia, obliga a intentar de forma urgente lo que hasta ahora no se había conseguido, la unidad de la izquierda, a imagen de la coalición NUPES en Francia, opción que aún no se ha ensayado, en torno a la plataforma Sumar de Yolanda Díaz, siempre y cuando algunas de las fuerzas políticas de izquierda se convenzan de que la división, al menos en esta cita electoral, y también en nuestra Región, no ha conseguido su objetivo, que es transformar la sociedad hacia un modelo más sostenible, justo y con futuro para las siguientes generaciones.

Artículo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/deriva-conservadora-sociedad_132_10251757.html?fbclid=IwAR2FP36A1e9BF7HerG8e9JOKB_IuBWYQJMt2RyV-MoEjiIDa-0WtLdQQK3I