jueves, 30 de junio de 2011

LA UE NO DA LA TALLA


Con los acontecimientos que se están desarrollando en Grecia, la UE está demostrando no estar a la altura de las circunstancias, pues frente a las dificultades presentadas por uno de sus países miembros, la opción elegida es la de prestar una ingente cantidad de dinero, unos 120 mil millones de euros, a través del Banco Central Europeo, con la participación de la banca privada, aseguradoras y fondos de inversión, principalmente francesas y alemanas, a cambio de medidas draconianas, como son un plan masivo de privatizaciones, importantes reducciones del gasto en sanidad y educación y la supresión de 150.000 empleos públicos. Cierto es que el comportamiento del gobierno griego no fue muy acertado, como es solicitar grandes préstamos, aumentar el gasto público hasta límites insostenibles y permitir la economía sumergida y el fraude fiscal, con un montante de dinero no declarado que supone el 30 % del PIB de ese país.

Pero no es posible que se priorice la exigencia de los mercados antes que la solidaridad del resto de Europa. La consigna del Consejo Europeo parece ser "sigamos ayudando al sector financiero aunque sea a costa del bienestar de los ciudadanos". Este mal llamado "rescate" -se supone que los rescates son deseados- va a exigir por parte de los griegos una etapa de sacrificios, mientras que los grandes centros financieros van a seguir aumentando sus beneficios. 

Tal vez una política de solidaridad, sin exigencias de devolución tan fuertes, una condonación parcial de la deuda, acompañado de medidas de lucha contra la evasión de capitales, la economía sumergida y el fraude fiscal (que, dicho sea de paso, también deberían aplicarse en España) sería menos traumático para la población helena.


  

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