lunes, 5 de agosto de 2024

ÁRBOLES Y OLAS DE CALOR


En la Región de Murcia en general y la ciudad de Murcia en particular, como en toda España, estamos atravesando por la tercera ola de calor en lo que va de verano, como está siendo habitual desde hace ya varios años, alcanzando récords de temperaturas que, desgraciadamente, ya no son excepciones, sino la regla de cada verano. Noches tropicales que impiden conciliar el sueño y días infernales en los que constituye todo un reto salir a la calle antes de las 10 de la noche. Estas olas de calor han provocado este año ya media docena de fallecimientos en la región, más de 700 en toda España.

Pero la vida debe continuar y, a menudo, debemos seguir saliendo a la calle por razones laborales o comerciales, haciendo nuestro el famoso consejo que la tradición nos ha dejado, esa conocida frase de “echa por la sombra”. Pero hay un problema: el consistorio murciano decidió cerrar los parques urbanos el pasado mes de julio, con el argumento de proteger la integridad física de los transeúntes, toda vez que los árboles de gran porte, por estrés hídrico, corren el riesgo de dejar caer ramas que podrían herir a las personas que estuvieran bajo ellos. Pero este estrés no es debido sino a la dejadez del Ayuntamiento de Murcia, que prefirió plantar miles de flores efímeras de temporada para engalanar las calles el pasado mes de marzo, de cara a las Fiestas de Primavera, con un coste de más de 2,6 millones de euros, en vez de invertir en el cuidado de los árboles de gran porte, dejándolos a su suerte. El resultado es que los principales parques de la ciudad (y de otros municipios) están cerrados. 

Parece que el alcalde Ballesta y su concejal de ramo ignoran los beneficios que traen los árboles en las ciudades, desde la absorción de gases contaminantes, hasta ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados en su entorno más cercano, pasando por la mejora de la salud física y mental de las personas que viven cerca de estas islas climáticas. Los parques urbanos constituyen auténticos refugios climáticos, es decir, lugares donde las personas pueden mitigar las altas temperaturas. Por cierto, entre esos refugios climáticos se encuentran las bibliotecas y las piscinas. Las primeras permanecen cerradas por las tardes, mientras que las segundas son escasas en un municipio de 450.000 habitantes.

La renaturalización de las ciudades debe ser la gran apuesta de los ayuntamientos para combatir las olas de calor agravadas por el cambio climático. Conseguir corredores verdes de tal modo que los peatones puedan trasladarse de un extremo al otro de la ciudad sin que falte una sombra bajo la que cobijarse debe ser el objetivo. Sin embargo, vamos en la dirección contraria, con ciudades con más asfalto y suelos enlosados, con árboles que surgen de alcorques de caucho que acumulan el calor, dificultan la escorrentia, limitan el crecimiento de las raíces y contaminan el suelo por la descomposición de esos alcorques. La temperatura de las ciudades, entre 2 y 10ºC por encima de las áreas rurales, puede ser mitigada con más áreas verdes. Está demostrado que los espacios verdes, como parques y jardines, actúan como sumideros de calor, absorbiendo la energía solar y enfriando el ambiente a través de la evaporación. 

Ya hay en el mundo movimientos ciudadanos que han tenido la iniciativa de levantar el pavimento de las calles para que vuelvan a crecer las plantas y la tierra respire, como Depave, en Portland, EE.UU., el movimiento Green Venture, en Ontario, Canadá, o en Lovaina, Bélgica. Recuperar los suelos naturales puede ayudar a luchar contra los efectos de estas olas de calor.

Preservar e incluso aumentar los espacios verdes, incidiendo en los aspectos climáticos más que los meramente estéticos, con especies adaptadas a las condiciones de sequedad de estas latitudes y con una mayor inversión en el cuidado de los árboles, permitiendo el acceso a esas islas climáticas, debe ser una prioridad en un contexto de emergencia climática.

Artículo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/arboles-olas-calor_132_11570409.html

martes, 25 de junio de 2024

LA LEY EUROPEA DE RESTAURACIÓN DE LA NATURALEZA ES MUY NECESARIA



En la Región de Murcia, Vox lo ha vuelto a hacer. Ha presionado al Partido Popular para desdecirse sobre una ley europea de obligado cumplimiento. Si el pasado 21 de junio la consejera de Agricultura de la Región de Murcia, Sara Rubira, declaraba que “el PP no está en contra de la Ley de Restauración de la Naturaleza”, pasadas unas horas se contradecía a sí misma, en una difícil pirueta, afirmando que “están totalmente en contra” de dicha ley porque “castiga al sector agrícola”, coincidiendo con el vicepresidente José Ángel Antelo. Vox en la Región de Murcia, a través de su presidente, Antelo, ha calificado la ley europea como “ley de aniquilación del campo”, en un ejercicio, una vez más, de demagogia y desconocimiento de lo que significa esta ley.

Si uno se informa mínimamente sobre esta ley, aprobada el pasado 17 de junio, se puede comprobar que sus objetivos son muy positivos para la conservación de hábitats y la lucha contra el cambio climático, Así, la Ley de Restauración de la Naturaleza, aprobada en el seno de la Unión Europea (UE) por la mayoría de países miembros, pretende restaurar al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas de la UE para 2030 y todos los ecosistemas degradados para 2050. Actualmente, el 80% de los ecosistemas europeos se encuentran en mal estado. Sus objetivos son aumentar la biodiversidad, polinizar los cultivos y mejorar la seguridad alimentaria, así como prevenir y reducir el impacto de catástrofes naturales como las inundaciones, entre otros. La ley también describe objetivos como el aumento de la biodiversidad forestal, la preservación y expansión de espacios verdes urbanos, el fomento de la agricultura sostenible y la restauración de hábitats marinos, así como la conectividad de ríos. Se prevé la plantación de más de tres mil millones de árboles en la UE y se tendrán que convertir al menos 25.000 km de ríos en cauces libres, lo que desmonta el falaz argumento de la ultraderecha española de que se quiere “destruir embalses”; también se restaurarán humedales que filtrarán el agua contaminada por los fertilizantes y los purines.

En una región como la nuestra, zona de sacrificio por ser la primera región europea donde se perciben los efectos catastróficos de la emergencia climática, con el avance de la desertificación, el aumento de las temperaturas, el descenso en el régimen de lluvias, con efectos en la agricultura y el turismo, rechazar esta ley cuyo único objetivo es restablecer los ecosistemas degradados y velar por que no se deteriore de manera considerable los que aún están bien conservados, es ponerse una venda y huir hacia adelante. La ultraderecha española se ha erigido como defensores a capa y espada de la agricultura y la ganadería, pero en realidad están ayudando a su destrucción, ya que continuar con un modelo agrícola y ganadero que da la espalda a la naturaleza es caminar hacia su retroceso.

La contaminación de los suelos por purines y la contaminación de las aguas por los vertidos agricolas, que degradan el Mar Menor y polucionan los acuíferos, el agotamiento de los suelos por los cultivos intensivos, la amenaza a espacios naturales, sobre todo los incluidos en la Red Natura 2000, como El Gorguel, son ejemplos de la necesidad urgente de aplicar esta ley europea en la Región de Murcia. La defensa de los causantes de estas amenazas llevada a cabo por PP y Vox son la razón por la que estos dos partidos rechazan dicha ley, prefiriendo ser los portavoces de la élite económica regional frente al interés de la mayoría social de la Región de Murcia.

Una vez más, la derecha y la ultraderecha van en contra de la ciencia. Más de 6.000 científicos firmaron una carta de apoyo en mayo de 2023, y la iniciativa legislativa cuenta con la firma de más de un millón de ciudadanos europeos y el apoyo de las principales organizaciones ecologistas. El rechazo de PP y Vox a esta ley europea va en la linea de su cruzada contra el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, dos pesos pesados de la política de la UE para conseguir la ansiada transición ecológica de la economía y la lucha contra el cambio climático.

La aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza es una gran noticia, a pesar de los negacionistas climáticos, que mejorará los ecosistemas, garantiza el futuro de la agricultura y la vida de la mayoría de la ciudadanía europea y española.

Artículo publicado hoy en el diario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/ley-europea-restauracion-naturaleza-necesaria_132_11474318.html

martes, 28 de mayo de 2024

EL GORGUEL, UN PROYECTO INVIABLE


Hace unos días, el ministerio que lidera Teresa Ribera ha dado carpetazo al macro proyecto de puerto de El Gorguel, por dos razones principales, la afectación al espacio natural adyacente, incluido en la Red Natura 2000, y por la existencia de una alternativa a esa zona, que ocupa menos superficie, como es la ampliación de la dársena de Escombreras. Las reacciones del Partido Popular de la Región de Murcia, a través del propio presidente López Miras y de otras autoridades como la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, no se han hecho esperar, calificando esa decisión de “injusta, injustificable y arbitraria”, alegando las sempiternas promesas de riqueza y creación de puestos de trabajo, argumentos a los que nos tienen acostumbrados desde la época del “boom” inmobiliario y los proyectos afortunadamente paralizados de Marina de Cope o el Parque Paramount. La Fremm llega incluso a poner una cifra, la de más de 40.000 empleos, con la que “se igualarían las cifras de paro con Madrid o el País Vasco”, en un ejercicio de política ficción que pocos creen. Por su parte, las organizaciones empresariales de la región han condenado el, según ellos, “ninguneo” que el MITECO somete a la Región de Murcia, en un episodio más de victimismo con el que basan sus políticas el Partido Popular y sus socios de Vox, a cuenta de los trasvases o de la financiación autonómica, por citar algunos “agravios” que blanden los populares para hacer oposición al gobierno central. 

El puerto de contenedores de el Gorguel, que lleva casi 20 años en los cajones de los diversos consejeros del PP, ha sido objeto de múltiples críticas por parte de ecologistas, profesores universitarios y vecindario, así como de la oposición, debido principalmente a los fuertes impactos que supondría su construcción: pérdida de biodiversidad y afección a la fauna y flora, tanto terrestre como marina, impactos paisajísticos y sobre el patrimonio geológico y minero, contaminación de las aguas y afección a la dinámica sedimentaria de las playas cercanas, entre otros, obviando que esa zona de la costa de Cartagena goza de múltiples figuras de protección, ser Lugar de Interés Comunitario (LIC), Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Geológico (LIG). 

Desde los sucesivos gobiernos regionales se ha tratado de minimizar esos impactos; todos recordamos las declaraciones del presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena en 2012, Adrián Ángel Viudes, cuando calificó el entorno del El Gorguel de “auténtica porquería”,  insistiendo en la inexistencia del camachuelo trompetero en la zona, especie que provocó, precisamente, la declaración de la sierra de la Fausilla como ZEPA, adyacente al Gorguel, que para él era una invención de los ecologistas, y del que dijo que “ni está ni se le espera”, llegándole en una ocasión a calificar públicamente como “un gorrión africano que es una puta mierda”.

Para el gobierno regional, como se ha demostrado desde hace décadas, el medio ambiente es un aspecto a sacrificar para conseguir sus fines, como se ve en el alto grado de degradación del Mar Menor, o su apoyo a múltiples proyectos urbanísticos desde comienzos de siglo, felizmente parados por la sociedad civil. Bajo la promesa de puestos de trabajo y riqueza, el Partido Popular es capaz de destrozar espacios naturales de incalculable valor, privando a la mayoría de la sociedad del derecho a tener acceso a un medio ambiente limpio, sano y sostenible, un derecho humano universal aprobado en una resolución de la ONU el pasado año 2022, además de ser uno de los artículos de la Constitución que, en su artículo 45, consagra el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.

Articulo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/gorguel-proyecto-inviable_132_11399967.html