miércoles, 8 de septiembre de 2021

OTRO MAR MENOR ES POSIBLE


Foto: Diego Montana

Tras la lamentable intervención de López Miras en la rueda de prensa motivada por la muerte masiva de peces en las orillas del Mar Menor el pasado 16 de agosto, en la que se autoproclamaba 'salvador' de la albufera, tirando balones fuera, sin un atisbo de autocrítica y responsabilizando al Gobierno central de su propia permisividad e inacción ante el aumento exponencial de regadíos ilegales y vertidos descontrolados, el Gobierno regional ha iniciado una campaña de desinformación a través de organismos y columnistas afines para descargar la responsabilidad a los principales causantes de la degradación a ojos vista del Mar Menor, aunque no los únicos: la agroindustria.

Así, la Fundación Ingenio, aparecida en mayo de 2020 como reacción de un sector de la agricultura, y cuyos objetivos teóricos son “poner en valor una agricultura responsable, comprometida e innovadora”, no ha tenido empacho en afirmar, a través de su directora, Natalia Corbalán, que "ya no hay vertidos de la agricultura actual hacia el Mar Menor”, como si el mero hecho de decirlo fuera a convertirse en realidad. Además, la directora de la Fundación no desaprovecha la oportunidad para acusar a los grupos ecologistas, a los que califica de “activistas radicales”, de ser un “lobby hiperfinanciado”. Esta organización se plantea, además, crear un movimiento de “chalecos verdes”, al estilo de los “chalecos amarillos” franceses, a través de un ente del que poco se sabe, denominado 'Ecologismo y Sociedad', pero que ya intuimos que de ecologista tiene poco.

También la Cátedra de Agricultura Sostenible del Campo de Cartagena (sic) de la UPCT, creada en 2017 con la colaboración, curiosamente, de la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (FECOAM), la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y con la participación de trece empresas y cooperativas agrícolas de la zona, se centra más en buscar soluciones tecnológicas, básicamente sistemas de desnitrificación de salmueras, antes que incidir en el origen del problema.

En otra categoría encontramos artículos de personas pertenecientes al ámbito universitario, pero no especialistas en la materia, y de la órbita del PP, como el exalcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara o el exdirector general de Transportes, Salvador García Ayllón, repitiendo el mantra oficial de que la culpa del deterioro del Mar Menor no es de la agricultura y que para solucionar el problema hay que dragar las golas y vaciar el acuífero cuaternario para depurarlo y echar los residuos salobres al Mediterráneo, soluciones ambas rechazadas por la amplia mayoría de científicos que, esta vez sí, han estudiado el ecosistema marmenorense desde hace décadas. El paroxismo llegó con la visita a la zona del líder de Vox Iván Espinosa de los Monteros declarando de forma provocadora que "se debería incrementar, y mucho, la zona de regadío” y acusando a los ecologistas de “responder a incentivos ideológicos, muy distintos a los de la preservación del medio ambiente”. No se me ocurre otra razón de ser de los ecologistas que la defensa del medio ambiente, pero en fin.

Ante esta ofensiva de carácter ideológico, con la que se persigue perpetuar un modelo agrícola contaminante y cortoplacista, basado en la propuesta de medidas ineficaces para salvar el Mar Menor y la descalificación de todo aquel o aquella que ose desmontar la versión oficial, se alzan voces autorizadas que gritan a los cuatro vientos que otro Mar Menor es posible, aunque con poco éxito. Entre el colectivo agrícola, no todos practican los métodos intensivos. Al contrario que las grandes empresas agropecuarias, hay pequeños agricultores que usan métodos agroecológicos y que intentan recuperar, además, variedades de frutas y hortalizas que están en peligro de extinción, aunque la superficie cultivada con estos métodos es aún pequeña, algo más de 3.000 hectáreas en el Campo de Cartagena, un 5% del total.

El Gobierno regional ha intentado dar un barniz científico a su intento de erigirse como 'salvador' del Mar Menor, montando un foro con el rimbombante nombre de 'Ciencia para recuperar el Mar Menor', en el que han participado científicos de las tres universidades de la Región (UMU, UPCT y UCAM) que no han hecho sino apoyar las medidas anunciadas por el gobierno regional, pero sin contar con los que proponen soluciones diferentes a la versión oficial. Muchos de estos científicos, pertenecientes a las Universidades de Murcia, Cartagena y Alicante, al CSIC, al Instituto Español de Oceanografía y a la Fundación Nueva Cultura del Agua, especialistas todos ellos en el estudio de la laguna, algunos de los cuales dimitieron del Comité Científico de Seguimiento del Mar Menor por desavenencias con la Comunidad Autónoma, firmaron un comunicado en 2019 en el que se reafirmaban en su postura de responsabilizar a los vertidos provenientes de la agricultura y otras actividades como el turismo de la agonía del Mar Menor.

El Gobierno regional y sus mensajeros insisten en no responsabilizarse de su obligación de vigilar y, en su caso, sancionar las actividades que han llevado a Mar Menor a su situación actual y, por supuesto, de desmontar las 8.500 hectáreas ilegales. Pero todavía hay una esperanza, si se atiende la opinión de los agricultores sensatos y sostenibles y al consenso de la mayoría de la comunidad científica, que hacen propuestas cuyo único fin es salvar al Mar Menor, no huir hacia adelante para continuar con esta carrera desenfrenada hacia el colapso de la laguna litoral más grande del Mediterráneo Occidental.

Articulo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/mar-menor-posible_132_8278529.html

domingo, 15 de agosto de 2021

¿ALARMISMO? NO, REALIDAD

4 de septiembre de 1979. Programa en directo de la televisión francesa, en el que intervienen, entre otros, Haroun Tazieff, reputado vulcanólogo, y Jacques-Yves Cousteau, la estrella mediática que desveló al gran público los fondos marinos a través de sus documentales y series de televisión. En un momento del programa, Tazieff anticipa que, debido a la acción humana, el nivel del mar subiría por el calentamiento global debido a la emisión de gases de efecto invernadero. Súbitamente, Cousteau interrumpe para exclamar que eso era un camelo, una tomadura de pelo, ya que sólo con la existencia de masas forestales y los océanos bastaría para contrarrestar ese supuesto calentamiento global, a lo que el presentador apostilla que era un mensaje alarmista que podría llevar al pánico a la audiencia. ¿Cuál de los dos mensajes caló en la audiencia? ¿El alarmista o el tranquilizador? A la vista de nuestra trayectoria en relación al calentamiento global, está claro que fue el de la figura más famosa, que minimizó la acertada previsión del vulcanólogo. 

Casi 42 años después, miles de trabajos científicos han ido apuntalando esa previsión. El último de ellos, el 6º informe de 'El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático' (IPCC), publicado el pasado 9 de agosto, afirma que la subida del nivel del mar anticipado por Tazieff es un proceso irreversible, y que esta subida del nivel engulliría a finales de siglo zonas costeras por todo el globo, incluida la Manga del Mar Menor, afirmación que le valió a una ONG ambientalista una denuncia por parte de una inmobiliaria en 2009 de la que fue absuelta.

El informe del IPCC afirma, además, que se intensificarán tanto las precipitaciones como las sequías extremas, dependiendo de la latitud. Los eventos de subidas del nivel del mar que antes ocurrían cada 100 años pueden ocurrir cada año. Se intensificará la fusión del permafrost, la acidificación de los océanos y la pérdida de hielos árticos y antárticos, afectando al modo de vida de las poblaciones que dependen del territorio para subsistir y a las especies asociadas a esos ecosistemas. El informe incluye, por primera vez, un atlas interactivo donde se pueden comprobar los efectos de la emergencia climática por regiones del planeta. En todas ellas se verifica el aumento lento pero implacable de la temperatura. Ya se da por sentado que el aumento de 1,5 grados centígrados que el Acuerdo de París de 2015 quería evitar es algo irremediable, llegándose a prever un aumento de la temperatura media planetaria de 4,4 grados centígrados a finales de siglo si no varía la tendencia, cosa que parece que estamos abocados a experimentar, a pesar de las repetidas llamadas a la responsabilidad de los gobiernos para revertir la situación. 

Los incendios devastadores de California, Turquía, Grecia; la pérdida masiva de hielo y glaciares en las latitudes altas, las temperaturas extremas que estamos sufriendo (se alcanzó el pasado 11 de agosto en Sicilia el récord absoluto de temperaturas en Europa, con 48,8 grados centígrados, debido a un anticiclón bautizado con el ilustrativo nombre de Lucifer); las DANA que provocan inundaciones asociadas a muertes y pérdidas materiales, cada vez más al norte, ya no son fenómenos exclusivos de la zona mediterránea, como han comprobado en Alemania, Bélgica y Países Bajos. Todas estas llamadas de atención de la naturaleza no hacen sino confirmar lo que, desde hace décadas, nos vienen advirtiendo los expertos.

¿Significa esto que debemos resignarnos a sufrir los efectos de la emergencia climática? No, pero la manera de revertir estos efectos supone tomar unas medidas drásticas para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), hasta alcanzar las emisiones cero en 2050. Eso significa cambiar radicalmente el modo de producción, nuestra manera de movernos, modificar nuestros hábitos de consumo, incluso nuestra manera de divertirnos. Los gobiernos deben tomar decisiones rápidas y valientes, a menudo en contra de los lobbies económicos, en nombre del interés general. ¿Estamos dispuestos a ello como sociedad? ¿Es alarmismo? No, es la realidad.

Articulo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/alarmismo-no-realidad_132_8218050.html?fbclid=IwAR2v2QydiWVutDz3zQUoc9tfXqF-9WAkatFJxAmtoHSmwYY4DCctPHhx-Tk

jueves, 10 de junio de 2021

SALVAR COPE Y CALNEGRE




El pasado viernes 4 de junio, víspera del Día Mundial del Medio Ambiente, se presentó en Lorca la Plataforma “Salvar Cope y Calnegre”, integrada por asociaciones ecologistas y naturalistas y apoyada por varios partidos políticos, cuyo principal objetivo es promover la aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) del Parque Regional de Calnegre y Cabo Cope, espacio natural protegido de 2.665 hectáreas distribuidas entre los municipios de Lorca y Águilas.

Esta herramienta, el PORN, es el instrumento con que cuentan las administraciones para gestionar los usos de estos espacios, haciendo compatibles las actividades económicas no agresivas con el medio con la protección de los hábitats y la conservación de la biodiversidad. El espacio de Cabo Cope y Calnegre ha sido pasto, desde hace más de 40 años, del afán depredador de unos cuantos especuladores, que han visto esta franja litoral situada entre Calabardina y el poblado de Calnegre como el lugar ideal para promover todo tipo de proyectos que habrían supuesto la destrucción de este rincón casi virgen del Mediterráneo occidental de no haber sido por la movilización ciudadana.

Así, a comienzos de los años 70, estuvo a punto de ser construida una central nuclear en los terrenos que entonces (y ahora) pertenecían a Hidroeléctrica Española (hoy la privatizada Iberdrola), parada por un puñado de ecologistas que constituyen los pioneros de este movimiento en la Región de Murcia, Pedro Costa, Pedro Guerrero, a los que se sumó el actor Paco Rabal, cuyo hijo Benito, el conocido director de cine, es uno de los promotores de esta plataforma que se presenta ahora. A finales de los años 80, la voracidad urbanística iba detrás de construir en las calas de Calnegre, lo que provocó la reacción de colectivos ecologistas y naturalistas en torno a la Coordinadora Pro-Defensa de Calnegre.

Al comienzo de los años 2000 de nuevo el espacio natural fue amenazado, a pesar de que en 1992 fue declarado Parque Regional. La Ley Regional del Suelo de 2001 abrió la caja de Pandora para construir por doquier y, al abrigo de esta aberración, se proyectó la famosa Marina de Cope, una “marina d’or” a la murciana, con miles de viviendas, hoteles, campos de golf, piscinas y puertos interiores, proyectada para 50.000 personas, comunicada con la, esa sí realizada y deficitaria, autopista Cartagena-Vera. Afortunadamente, el sueño megalómano del sector de la construcción, apoyado por el gobierno regional de Valcárcel, fue cortado en seco por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia, merced a la denuncia presentada en su día. Sólo en fechas recientes, en octubre de 2020, el TSJ desestimó los recursos de casación acumulados de Iberdrola Inmobiliaria SAU y la Asociación Colaboradora de Propietarios de la AIR Marina de Cope, que agrupa a los propietarios mayoritarios de los terrenos en la Marina.

Paralelamente a esta plataforma, otras organizaciones ecologistas, como ANSE y WWF, entablan su particular lucha por este espacio natural. Así, ANSE realizó la compra de los terrenos de Cabo Cope el pasado mes de abril por 500.000 euros, a lo que el gobierno regional reaccionó ejerciendo su derecho de retracto, es decir, de adquisición pública de esos terrenos, maniobra incomprensible por cuanto que la administración podría dedicar esos fondos para adquirir otros espacios, toda vez que el cabo se encuentra a salvo de la especulación al ser propiedad de un grupo ecologista. A su vez, tanto ANSE como WWF remitieron una carta a la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente instándoles a crear el Consejo Rector del Parque, así como que se apruebe el PORN.

Sólo la aprobación del PORN podrá poner coto a los intentos de urbanizar y llenar de invernaderos, campings de lujo e infraestructuras turísticas este espacio codiciado por los que solamente miran su propio beneficio a corto plazo. Pero estos planes de ordenación no son necesarios solamente en Cope y Calnegre. Resulta que la Comisión Europea reclama al gobierno regional la aprobación de los PORN de la mayoría de los espacios protegidos de la Región de Murcia, ya que de la cincuentena de estos espacios existentes en la región, que acumulan figuras de protección como pertenecer a la Red Natura 2000, ser LIC (Lugares de Interés Comunitario) y ZEPA (Zonas de Especial Protección de Aves), sólo 5 tienen desarrollados esos planes.

La dejadez del gobierno regional en estos años, más preocupados por atender las demandas de sectores económicos a menudo incompatibles con la protección del medio ambiente y relacionados con casos de corrupción, debe dar paso a la acción decidida de la sociedad civil y a la unidad de actuación de los diferentes sectores ecologistas y partidos políticos, dejando de lado rencillas y trabajando codo con codo para conseguir un solo objetivo: Salvar Calnegre y Cope.

Articulo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/salvar-cope-calnegre_132_8017724.html