miércoles, 22 de enero de 2014

PRIMARIAS ABIERTAS, UN PROCESO DEMOCRÁTICO

Hoy, y hasta el próximo día 31 de enero, se inician las votaciones para elegir a l@s candidat@s que irán en la lista electoral de EQUO para las elecciones europeas del próximo 25M. Un total de 2.000 afiliad@s y 16.000 simpatizantes, además de las miles de personas ajenas al partido que han tenido la oportunidad de registrarse en la web de EQUO podrán participar como votantes en estas Primarias. Además, EQUO invita a otras fuerzas políticas a sumarse a esta candidatura, con la adopción de este sistema como medio de construir la alternativa. Frente a las reticencias que este sistema de primarias abiertas suscita en algunos sectores, pasaré a argumentar por qué las defiendo.

Una de las principales preocupaciones de los españoles es la de los políticos, a los que se les considera miembros de una casta privilegiada, inmersos en su burbuja, ajenos a la ciudadanía y una de cuyas ocupaciones principales es la de repartirse los cargos orgánicos y los puestos en las listas electorales para perpetuarse en la vida pública, a la que se dedican "por vocación de servicio público", como suelen decir. En este siglo, sin embargo, y tras el movimiento 15M, se demanda a la clase política que dejen de ser una clase, y que no se diferencien del resto de la sociedad, que sea la sociedad en su conjunto la que tenga la posibilidad de decir qué representantes quiere, y no una potestad de las cúpulas de los partidos. 

Estamos acostumbrados a que los aparatos de los partidos vayan elaborando las listas de tal manera que se vayan colocando en los primeros puestos a las personas que les interesan, como un reparto de cromos, de modo que una misma persona va pasando de concejal a consejer@ o diputad@ autonómic@, de ahí a diputad@ o ministr@, terminando con un retiro dorado como eurodiputad@. Sin embargo, los procesos de Primarias abiertas pueden romper con esa tendencia, pues las distintas candidaturas pasan en este caso por el escrutinio de toda la sociedad, dando la posibilidad a los simpatizantes y posibles votantes de elegir a los candidatos que piensen que son más idóneos para los puestos, independientemente de su cercanía a las cúpulas. Este proceso se ha puesto de actualidad por la irrupción en la palestra política de la figura mediática de Pablo Iglesias, y porque se habla de ello en los grandes partidos, pero lo cierto es que EQUO es el único partido político que lo está llevando a cabo.

No son pocas las voces que, desde la izquierda, critican el sistema de Primarias abiertas, con argumentos tales como que "lo importante son los programas, no las caras", o que "l@s elegid@s pueden haber sido patrocinados por lobbies". También se dice que según sean l@s candidat@s, así serán las propuestas del partido, cuando hay que separar claramente las ideas que se defienden, fruto del debate en torno a una ideología determinada, de las personas que las defenderán y difundirán, con mayor o menor capacidad comunicativa.  Rechazan, incluso, el proceso de Primarias porque "son un invento norteamericano" (sic) y porque "no interesan a la gente". Argumentos todos ellos que, en mi opinión, niegan a la gente la capacidad de pensar por sí mismos, dándole, además, el privilegio de elegir a sus representantes solamente a l@s afiliad@s al partido en cuestión, cuando no a una ejecutiva compuesta por unas pocas decenas de personas, e impidiendo a miles de ciudadan@s la posibilidad de intervenir en un proceso democrático desde el inicio del mismo, dejándoles sólo participar al final del camino, es decir, en la votación última en las urnas. Y a
 la crítica de que puede haber "infiltrados" de partidos contrarios que boicoteen esas primarias votando al o a la candidata menos válida, se puede responder que eso es desconfiar de la madurez de la ciudadanía, o que tal vez los que piensan así es que realmente harían esa maniobra.

Está claro que el programa con el que los partidos se presentan a los comicios es lo más importante (sobre todo para los que tienen intención de cumplirlos, porque estamos asistiendo al incumplimiento sistemático del programa con que el partido del gobierno ganó las elecciones de noviembre de 2011), y que es también importante que su elaboración sea también un proceso abierto, con unas líneas ideológicas claras, por supuesto, pero abiertos al debate. Pero también lo es que las candidaturas no sean un coto cerrado, tanto por las personas que se presentan, a menudo nombradas a dedo por su cercanía a las cúpulas (como ocurre en el PP) o, como en el caso del PSOE, con la presentación de avales, como por quién tiene la potestad de elegirlos. IU, por su parte, rechaza las Primarias y adoptará un sistema por el que cada federación designa a dos personas, siendo un comité el que elabore la lista final, aunque ya se intuye que el cabeza de lista ya está decidido, sin que las bases puedan decir nada al respecto. El órdago del movimiento Podemos a IU para que adopte el sistema de Primarias abiertas no parece haber hecho mella en la coalición. 

En el siglo XXI, no se puede seguir con el sistema partidista del siglo pasado. En un momento como el actual en el que el grado de afiliación a los partidos políticos es muy bajo, no se puede permitir que las personas que van a ser los y las representantes de la ciudadanía en las instituciones solo puedan ser elegidos por un@s poc@s. Un sistema abierto permite que todo el mundo pueda participar, aunque no sea afiliad@, en la elección de los futuros representantes. Para nuevas demandas, nuevos modos políticos que, aún hoy, muchos son reticentes a poner en marcha. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario