domingo, 17 de febrero de 2013

UN CAMBIO URGENTE Y NECESARIO

España va deslizándose poco a poco por la rampa de la quiebra. Hemos sabido que España ha alcanzado el déficit más alto desde 1910, con un total de 882.300 millones de euros acumulados, una cifra equivalente al 84% del PIB. En el ejercicio 2012, la deuda ascendió a 146.000 millones. Sólo los intereses de la deuda de ese año suman 38.660 millones de euros. Gran parte de esa deuda es debida al rescate a la banca que el gobierno de Rajoy pidió a Europa, 40.000 millones que, a la postre, no sirven para mucho: los bancos siguen sin conceder créditos, los directivos de los bancos intervenidos siguen ganando salarios desorbitados (hasta 500.000 euros al año) y el tan cacareado "banco malo" no va a servir para pinchar la burbuja inmobiliaria, sino todo lo contrario, pues los precios de las viviendas embargadas por los bancos siguen demasiado altos, resultando ser sólo un modo más de hacer negocio por parte de las entidades financieras. 

Mientras tanto, las 100 mayores fortunas de la Bolsa, con Amancio Ortega a la cabeza, suman 78.518 millones, un 24% más que el año pasado. Si ampliamos este ránking a los 200 más ricos, resulta que han ganado un 8,4% más que en 2011, amasando una fortuna de  145.800 millones de euros, es decir, la misma cantidad que la deuda para ese año.

Como todos sabemos, lo único que se le ocurre a este gobierno es apretar un poco más las tuercas a la población, en especial a los más desfavorecidos, haciéndole el juego a la banca mediante los desahucios, y aplicando toda una batería de lo que eufemísticamente llaman "reformas" o "ajustes", como el aumento el IVA, recortes en Sanidad y Educación, disminución del salario de los empleados públicos, cuando no despidos directos, disminución de las partidas en I+D+i, ... El malestar social va en aumento, y el gobierno no debería subestimar la fuerza que tiene este malestar, como ya advierten algunos.

A pesar de que Rajoy y lo suyos siguen prometiendo que en 2014 la economía irá a mejor, muchos piensan (pensamos) que aplicando las mismas recetas de siempre, utilizando el mismo lenguaje, vacío de contenido, no se saldrá de ésta. Muchas son las voces que opinan (opinamos) que el crecimiento como herramienta no es el camino en una situación de colapso del sistema, sino que ahondará aún más la crisis, pues no es algo pasajero y coyuntural, sino que, al contrario, es una situación estructural y una fuente de desigualdades sociales y degradación ambiental. La ecuación que nos repiten diariamente (crecimiento + competitividad = creación de empleo) tiene su trampa, pues habría que plantearla más bien así: 

crecimiento + competitividad =  aumento de beneficios privados + precariedad laboral + empobrecimiento general + degradación ambiental.

Las grandes empresas tienen aún la esperanza de que se vuelva a la situación anterior, pues les fue muy bien, y por eso no son capaces de cambiar un ápice su visión de las cosas. Sin embargo, es necesario empezar a cambiar el chip, aplicando medidas como las que propone EQUO en un reciente documento, Reiniciar la democracia para salir de la crisis, como pueden ser, entre otras:

- Realización de una auditoría de la deuda que permita evaluar la parte de deuda legítima de la deuda pública española, reducir el reembolso a su justa dimensión legítima y permitir reactivar la economía.

- Creación de una banca pública que garantice el crédito con criterios sociales y ecológicos para la economía real y el impulso de la banca ética para financiar el cambio de modelo productivo y de consumo.

- Una reforma fiscal para hacerla verdaderamente progresiva y redistributiva, priorizando la tasación de capitales y recursos naturales, de manera que paguen más quienes más tienen y más contaminan, y hacerla capaz de equilibrar las cuentas y mantener y mejorar los servicios públicos de salud, de educación y las políticas sociales y ambientales.

- Apostar de forma decidida por la creación de empleo en sectores sostenibles y que crean utilidad social (como las energías renovables, agricultura ecológica, rehabilitación de edificios, economía social y solidaria, cooperativas, etc.), y del reparto del trabajo.

- Iniciar la transición hacia un nuevo modelo energético, basado en el ahorro, las energías renovables y la eficiencia energética, como base de una economía baja en (carbono) combustibles fósiles y en equilibrio con la naturaleza.



1 comentario:

  1. La deuda pública ha alcanzado el 87.8% en el primer trimestre de 2013:

    http://financialred.com/deuda-publica-espanola-niveles-desorbitados/

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