jueves, 5 de junio de 2014

LOS RETOS AMBIENTALES A LOS QUE NOS ENFRENTAMOS


En medio de la vorágine en la que vivimos, con la noticia de la abdicación del rey, y recién salidos de las elecciones europeas, con la certificación del debilitamiento del bipartidismo, que se las prometía muy felices antes de los comicios y que ha provocado un amplio debate y un reajuste en la correlación de fuerzas políticas, el medio ambiente sigue siendo el convidado de piedra, la cuestión primordial de la que apenas se habla, salvo alguna mención en algún espacio marginal de la prensa escrita o de los telediarios y un aspecto del que todo el mundo está de acuerdo en que hay que preservar, pero que, a la hora de la verdad, ninguna institución tomas cartas en el asunto más allá de declaraciones bienintencionadas. 

En este Día Mundial del Medio Ambiente, muchas cuestiones ambientales quedan por resolver, desde todos los niveles de decisión, europeo, estatal, autonómico y local. En Europa, en cuyo Parlamento se ha introducido por primera vez un eurodiputado proveniente de un partido español, EQUO, que representa a la ecología política, ideología que busca la sostenibilidad ambiental y la justicia social, los retos a los que nos enfrentamos son múltiples y abarcan muchos aspectos. Desde la Política Agraria Común (la famosa PAC), que debe conseguir que los aspectos ambientales  como el fomento y generalización de las prácticas agrarias más beneficiosas para el medio ambiente, así como la reversión de la pérdida de biodiversidad y la degradación de los recursos naturales estén a la misma altura que los puramente productivos. Siguiendo con la política pesquera, desde la UE debe poder reducirse la presión sobre los caladeros naturales y castigarse la pesca ilegal. Desde el punto de vista de la energía, la UE persigue el objetivo 20/20/20, es decir, que en 2020, el 20 % de la energía sea de origen renovable, reducir las emisiones de CO2 en un 20 % y ahorrar un 20 % de energía mediante la eficiencia energética. 

A nivel estatal, los espacios naturales y las cuestiones energéticas son algunos de los caballos de batalla más relevantes. La nueva Ley de Costas, que reduce la zona de servidumbre a 20 metros, posibilita la urbanización de áreas adyacentes al litoral, aumentando la presión a la ya maltratada costa española. A pesar de que casi el 30 % del territorio español está incluido en la Red Natura 2000 de espacios naturales, las distintas administraciones ignoran esta circunstancia, permitiéndose la construcción de infraestructuras (puertos, aeropuertos, autovías, urbanizaciones, etc.) en estos espacios protegidos. Desde el punto de vista de la energía, se consuma el ataque a las energías renovables, siguiendo los dictados del oligopolio energético, perjudicando a miles de inversores y consumidores, y agravando el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, al tiempo que se promociona el polémico fracking para extraer gas y se autorizan las prospecciones petrolíferas en Canarias.

En la Región de Murcia se concentran todos los problemas citados, desde la presión a los espacios naturales como El Gorguel o el Mar Menor, la mala calidad del aire de nuestras ciudades, la amenaza del fracking en el noroeste, hasta la proliferación de infraestructuras fantasma como el aeropuerto de Corvera o la autopista Cartagena-Vera, que evidencian el desinterés de nuestros gobernantes hacia el medio ambiente.

El desafío consiste en que nos mentalicemos en que no se pueden deslindar las cuestiones ambientales y las sociales y que la salida a la crisis exige soluciones integrales, que incluyan a la ecología como parte de ellas. No tenemos planeta B. Cuanto antes nos percatemos, antes saldremos de ésta.


Artículo aparecido hoy en La Opinión




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