martes, 24 de septiembre de 2024

FESTIVALES Y MOLESTIAS VECINALES



Recién acabada la Feria y con la sucesión de eventos de todo tipo, mayoritariamente musicales, previstos para lo que queda de año y durante el año 2025, se ha reabierto el debate sobre el ruido y otras molestias que debe soportar la ciudadanía de una forma cada vez más frecuente. El cambio a última hora y sin previo aviso de un concierto desde el recinto de la FICA a la Nueva Condomina no ha hecho sino trasladar el asunto de los ruidos de un lugar a otro, sin dar solución al verdadero problema, la conciliación entre la diversión de unos pocos y el descanso de la mayoría. Los festivales al aire libre en la ciudad no solo afectan a estos dos espacios. Ya son décadas en las que se vienen usando lugares como el parque de Fofó, el Cuartel de Artillería o la plaza de toros, en pleno casco urbano, con las consiguientes molestias para el vecindario más próximo. 

El Ayuntamiento de Murcia se ha convertido en el consistorio de los festejos. Si en 2018 el presupuesto destinado a fiestas populares y festejos era de poco más de 800.000 euros, este año supera los 2 millones de euros. Además, la Comunidad Autónoma ha destinado para 2024 1,65 millones de euros a los festivales, casi todos de índole privado, por su "reclamo indiscutible para el turismo”, un millón más que en 2023, argumentando que "ayudan a construir la imagen" de la región y que son ya "una seña de nuestra identidad”. Pero no han contado con la cara B de este fomento de eventos privados al aire libre, los ruidos ambientales que cada fin de semana, prácticamente, atronan el entorno, además de la intensificación del tráfico privado, con la contaminación asociada, y la suciedad que deja a su paso, que repercute en espacios naturales como el río Segura. 

Varias asociaciones vecinales plantean que estos eventos festivaleros y conciertos no se lleven a cabo en espacios rodeados de edificios y casas, sino que se trasladen a lugares más aislados, pero bien comunicados con transporte público. Este problema no es exclusivo de la ciudad de Murcia. En Madrid, los vecindarios adyacentes al estadio Santiago Bernabéu y a la Caja Mágica, éste al sur de la capital, están hartos de ruidos hasta altas horas de la madrugada. En Valencia ocurre otro tanto con los residentes cercanos a la Ciudad de las Artes, sede de conciertos y festivales. Bilbao, Barcelona, Sevilla, muchas ciudades sufren este problema, al que los equipos de gobierno municipales no han sido capaces de poner solución.

Hay otro aspecto asociado al problema del ruido. La acumulación de festivales musicales en los que no se prima la calidad, sino el negocio, ha sido puesta en entredicho por numerosas asociaciones de usuarios y profesionales del sector de la música. En 2023 se celebraron en España un total 908 festivales, 103 más que en 2020, siendo las comunidades de Cataluña, Madrid y Andalucía las que acogen mayor número de estos eventos. Muchos de los festivales han recibido quejas por parte de los participantes, por los precios abusivos, colas en barras y baños, la prohibición de entrar al recinto con comida propia y graves problemas de movilidad, como se comprobó en Murcia en el concierto de Nueva Condomina, donde el Ayuntamiento dejó tirados a miles de personas sin transporte público, a pesar de haber anunciado un servicio especial de tranvía para llegar al casco urbano. Muchos de esos festivales buscan a menudo más el beneficio rápido que la calidad de su oferta musical, constituyendo una “experiencia” en sí misma, un bien de consumo rápido para ser mostrado en las redes sociales.

Los beneficios económicos, a menudo para unos pocos, que traen consigo los festivales y conciertos no pueden suponer que vecinos y vecinas de determinados barrios sufran de forma reiterada molestias en forma de ruido, aglomeraciones, suciedad y atascos. Los ayuntamientos deben encontrar soluciones para conciliar ambos intereses sin perjudicar a las partes. Es una tarea ardua pero necesaria para toda la ciudadanía.

Articulo publicado en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/festivales-molestias-vecinales_132_11674652.html

lunes, 5 de agosto de 2024

ÁRBOLES Y OLAS DE CALOR


En la Región de Murcia en general y la ciudad de Murcia en particular, como en toda España, estamos atravesando por la tercera ola de calor en lo que va de verano, como está siendo habitual desde hace ya varios años, alcanzando récords de temperaturas que, desgraciadamente, ya no son excepciones, sino la regla de cada verano. Noches tropicales que impiden conciliar el sueño y días infernales en los que constituye todo un reto salir a la calle antes de las 10 de la noche. Estas olas de calor han provocado este año ya media docena de fallecimientos en la región, más de 700 en toda España.

Pero la vida debe continuar y, a menudo, debemos seguir saliendo a la calle por razones laborales o comerciales, haciendo nuestro el famoso consejo que la tradición nos ha dejado, esa conocida frase de “echa por la sombra”. Pero hay un problema: el consistorio murciano decidió cerrar los parques urbanos el pasado mes de julio, con el argumento de proteger la integridad física de los transeúntes, toda vez que los árboles de gran porte, por estrés hídrico, corren el riesgo de dejar caer ramas que podrían herir a las personas que estuvieran bajo ellos. Pero este estrés no es debido sino a la dejadez del Ayuntamiento de Murcia, que prefirió plantar miles de flores efímeras de temporada para engalanar las calles el pasado mes de marzo, de cara a las Fiestas de Primavera, con un coste de más de 2,6 millones de euros, en vez de invertir en el cuidado de los árboles de gran porte, dejándolos a su suerte. El resultado es que los principales parques de la ciudad (y de otros municipios) están cerrados. 

Parece que el alcalde Ballesta y su concejal de ramo ignoran los beneficios que traen los árboles en las ciudades, desde la absorción de gases contaminantes, hasta ayudar a enfriar el aire entre 2 y 8 grados centígrados en su entorno más cercano, pasando por la mejora de la salud física y mental de las personas que viven cerca de estas islas climáticas. Los parques urbanos constituyen auténticos refugios climáticos, es decir, lugares donde las personas pueden mitigar las altas temperaturas. Por cierto, entre esos refugios climáticos se encuentran las bibliotecas y las piscinas. Las primeras permanecen cerradas por las tardes, mientras que las segundas son escasas en un municipio de 450.000 habitantes.

La renaturalización de las ciudades debe ser la gran apuesta de los ayuntamientos para combatir las olas de calor agravadas por el cambio climático. Conseguir corredores verdes de tal modo que los peatones puedan trasladarse de un extremo al otro de la ciudad sin que falte una sombra bajo la que cobijarse debe ser el objetivo. Sin embargo, vamos en la dirección contraria, con ciudades con más asfalto y suelos enlosados, con árboles que surgen de alcorques de caucho que acumulan el calor, dificultan la escorrentia, limitan el crecimiento de las raíces y contaminan el suelo por la descomposición de esos alcorques. La temperatura de las ciudades, entre 2 y 10ºC por encima de las áreas rurales, puede ser mitigada con más áreas verdes. Está demostrado que los espacios verdes, como parques y jardines, actúan como sumideros de calor, absorbiendo la energía solar y enfriando el ambiente a través de la evaporación. 

Ya hay en el mundo movimientos ciudadanos que han tenido la iniciativa de levantar el pavimento de las calles para que vuelvan a crecer las plantas y la tierra respire, como Depave, en Portland, EE.UU., el movimiento Green Venture, en Ontario, Canadá, o en Lovaina, Bélgica. Recuperar los suelos naturales puede ayudar a luchar contra los efectos de estas olas de calor.

Preservar e incluso aumentar los espacios verdes, incidiendo en los aspectos climáticos más que los meramente estéticos, con especies adaptadas a las condiciones de sequedad de estas latitudes y con una mayor inversión en el cuidado de los árboles, permitiendo el acceso a esas islas climáticas, debe ser una prioridad en un contexto de emergencia climática.

Artículo publicado hoy en eldiario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/arboles-olas-calor_132_11570409.html

martes, 25 de junio de 2024

LA LEY EUROPEA DE RESTAURACIÓN DE LA NATURALEZA ES MUY NECESARIA



En la Región de Murcia, Vox lo ha vuelto a hacer. Ha presionado al Partido Popular para desdecirse sobre una ley europea de obligado cumplimiento. Si el pasado 21 de junio la consejera de Agricultura de la Región de Murcia, Sara Rubira, declaraba que “el PP no está en contra de la Ley de Restauración de la Naturaleza”, pasadas unas horas se contradecía a sí misma, en una difícil pirueta, afirmando que “están totalmente en contra” de dicha ley porque “castiga al sector agrícola”, coincidiendo con el vicepresidente José Ángel Antelo. Vox en la Región de Murcia, a través de su presidente, Antelo, ha calificado la ley europea como “ley de aniquilación del campo”, en un ejercicio, una vez más, de demagogia y desconocimiento de lo que significa esta ley.

Si uno se informa mínimamente sobre esta ley, aprobada el pasado 17 de junio, se puede comprobar que sus objetivos son muy positivos para la conservación de hábitats y la lucha contra el cambio climático, Así, la Ley de Restauración de la Naturaleza, aprobada en el seno de la Unión Europea (UE) por la mayoría de países miembros, pretende restaurar al menos el 20% de las zonas terrestres y marítimas de la UE para 2030 y todos los ecosistemas degradados para 2050. Actualmente, el 80% de los ecosistemas europeos se encuentran en mal estado. Sus objetivos son aumentar la biodiversidad, polinizar los cultivos y mejorar la seguridad alimentaria, así como prevenir y reducir el impacto de catástrofes naturales como las inundaciones, entre otros. La ley también describe objetivos como el aumento de la biodiversidad forestal, la preservación y expansión de espacios verdes urbanos, el fomento de la agricultura sostenible y la restauración de hábitats marinos, así como la conectividad de ríos. Se prevé la plantación de más de tres mil millones de árboles en la UE y se tendrán que convertir al menos 25.000 km de ríos en cauces libres, lo que desmonta el falaz argumento de la ultraderecha española de que se quiere “destruir embalses”; también se restaurarán humedales que filtrarán el agua contaminada por los fertilizantes y los purines.

En una región como la nuestra, zona de sacrificio por ser la primera región europea donde se perciben los efectos catastróficos de la emergencia climática, con el avance de la desertificación, el aumento de las temperaturas, el descenso en el régimen de lluvias, con efectos en la agricultura y el turismo, rechazar esta ley cuyo único objetivo es restablecer los ecosistemas degradados y velar por que no se deteriore de manera considerable los que aún están bien conservados, es ponerse una venda y huir hacia adelante. La ultraderecha española se ha erigido como defensores a capa y espada de la agricultura y la ganadería, pero en realidad están ayudando a su destrucción, ya que continuar con un modelo agrícola y ganadero que da la espalda a la naturaleza es caminar hacia su retroceso.

La contaminación de los suelos por purines y la contaminación de las aguas por los vertidos agricolas, que degradan el Mar Menor y polucionan los acuíferos, el agotamiento de los suelos por los cultivos intensivos, la amenaza a espacios naturales, sobre todo los incluidos en la Red Natura 2000, como El Gorguel, son ejemplos de la necesidad urgente de aplicar esta ley europea en la Región de Murcia. La defensa de los causantes de estas amenazas llevada a cabo por PP y Vox son la razón por la que estos dos partidos rechazan dicha ley, prefiriendo ser los portavoces de la élite económica regional frente al interés de la mayoría social de la Región de Murcia.

Una vez más, la derecha y la ultraderecha van en contra de la ciencia. Más de 6.000 científicos firmaron una carta de apoyo en mayo de 2023, y la iniciativa legislativa cuenta con la firma de más de un millón de ciudadanos europeos y el apoyo de las principales organizaciones ecologistas. El rechazo de PP y Vox a esta ley europea va en la linea de su cruzada contra el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, dos pesos pesados de la política de la UE para conseguir la ansiada transición ecológica de la economía y la lucha contra el cambio climático.

La aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza es una gran noticia, a pesar de los negacionistas climáticos, que mejorará los ecosistemas, garantiza el futuro de la agricultura y la vida de la mayoría de la ciudadanía europea y española.

Artículo publicado hoy en el diario.es:

https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/ley-europea-restauracion-naturaleza-necesaria_132_11474318.html